“Las niñas de nuestra tierra
quieren ser libres para jugar
y esta plena es para ellas
pa’ que las dejen vivir en paz”.
(Plena Combativa, 2020)
Hace unos días, mientras trabajaba en el Quilombo feminista que organizamos desde la Colectiva Feminista en Construcción para conmemorar el 8 de marzo, una niña me sorprendió. Llegó a la carpa donde estábamos vendiendo mercancía, y su mamá me dijo que ella quería donar un dólar. Mi corazón se estremeció. Lo tomé y se lo pasé a mi compañera que estaba manejando el dinero mientras intentaba contener las lágrimas. La niña cargaba una pequeña pancarta que tenía un mensaje poderoso por cada uno de sus lados. El primero que pude ver leía: “La lucha feminista también es de las niñas”. El otro lado era aún más contundente: “En memoria de todas las niñas a las que no les creyeron”. Quedé paralizada y hasta hoy no he dejado de pensar en ella. Una mezcla de sentimientos me arropa cada vez que la recuerdo o regreso a su foto.