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Siete formas de defender el derecho al aborto ante la ofensiva fundamentalista

Aborto legal, libre y seguro

Ilustración por Adriana García Soto @agarestudio

Pese a que el reconocimiento del derecho al aborto en Puerto Rico no se perdería inmediatamente con la posible revocación de Roe v. Wade en el Tribunal Supremo de Estados Unidos, los derechos sexuales y reproductivos a nivel local no han estado exentos de las amenazas de la influencia conservadora que pretende imponer su criterio sobre el cuerpo de las mujeres y personas gestantes. 

Ante esta amenaza continua, y el golpe de realidad que ha significado la posibilidad real de que el derecho en Estados Unidos sea negado o limitado con una revocación de Roe v. Wade, las activistas feministas Nirvana González y Mayra Díaz Torres instaron a que las personas se informen y se posicionen para defender los derechos de las mujeres y personas gestantes. 

“Lo que se está tratando de hacer es histórico, nunca antes pensado. […] Cincuenta años después de salvar la vida de las mujeres, de respetar la autonomía corporal y de asegurar el acceso a unos procesos seguros de aborto, ahora todo eso se va a cuestionar y eso representa violencia”, sostuvo Díaz Torres.

En palabras de González: “en el silencio y en trasbastidores, somos una mayoría”, en referencia a la cantidad de personas que reconocen el aborto como un derecho humano, pero que por la estigmatización, no son tan visibles. Por tal razón, es importante estar alertas y alzar las voces ante un atentado que llevaría a la clandestinidad y a los abortos inseguros a miles de mujeres y personas gestantes en Estados Unidos. Las datos sobre terminaciones de embarazo en los países donde este derecho no está reconocido tienen una alta tasa muertes de personas embarazadas como consecuencia de abortos inseguros. Indican que las prohibiciones no reducen el número de abortos, pero sí precarizan las condiciones en que se realizan. 

Existen formas en que cada persona puede contribuir a defender el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir.

1. Habla con tu familia y amistades

Las activistas feministas recomendaron tener conversaciones cotidianas, sinceras y respetuosas sobre este derecho humano con familiares, amistades y en sus comunidades. 

Díaz Torres instó a sostener diálogos con personas jóvenes sobre la justicia sexual, lo que incluye el acceso a condiciones dignas para la gestación y la crianza, además de la garantía de servicios de salud sexual y reproductiva.

2. Busca información, conoce los datos y compártelos

Para tener estas conversaciones, que no tienen que verse necesariamente como “difíciles”, es importante tener la información correcta para poder explicar de qué manera se verían afectados los derechos, que muchas veces se ven como asuntos abstractos, indicó González.

Aquí, varios puntos que puedes tomar en cuenta en tus conversaciones:

  • El aborto es un derecho humano. También, es una experiencia común de la salud reproductiva, y un asunto de salud pública.
  • La posibilidad de ejercer este derecho está vinculada a otros derechos, como la salud, la autonomía y la integridad corporal, la dignidad humana y la privacidad. 
  • Un movimiento de justicia social enraizado en la creencia de que las personas y las comunidades deben tener los recursos y el poder para tomar decisiones sostenibles y liberadoras sobre su cuerpo, su género, su sexualidad y su vida.
  • Negar a una persona gestante el acceso a servicios de aborto es una violación de estos derechos, que también impide el ejercicio y control de su salud reproductiva, lo cual refuerza la discriminación por género.
  • Las leyes que limitan o prohíben el aborto no impiden que se realicen, sino que fuerzan a las mujeres y personas gestantes en condiciones más vulnerables a condiciones inseguras y a enfrentar riesgo de muerte. Las mujeres y personas gestantes con los recursos económicos para hacerlo, viajarán a los lugares donde este derecho está reconocido y es accesible. 
  • El aborto debe ser legal y accesible en cualquier circunstancia. Plantear que solo debe serlo en caso de violación, plantea que las mujeres y personas gestantes deben haber sido violentadas para poder tomar una decisión sobre su cuerpo y sobre su futuro.
  • Obligar a una mujer o persona gestante a llevar a término un embarazo que no desea es una forma de tortura. 

Aquí, algunas referencias para obtener más información:

¿Qué está pasando con Roe v. Wade y otros derechos? Guía descargable

Cómo hablar sobre el aborto: una guía para formular mensajes con enfoque de derechos 

Datos sobre aborto inducido a nivel mundial, Instituto Guttmacher

Your Mini Guide to Discussing Abortion Rights at the Dinner Table

A Youth’s Activist’s Guide to Sexual and Reproductive Rights

3. Vigila la agenda legislativa antiderechos

Si bien la discusión en la pasadas semanas se ha centrado en el proyecto del Senado 693, que busca prohibir el aborto a partir de la semana 22 de gestación, hay 10 proyectos radicados en la legislatura que se inmiscuyen en el derecho la interrupción voluntaria del embarazo, que son parte de un total de 13 que se han presentado en la Legislatura en lo que va de cuatrienio para imponer nuevas cargas a la práctica del aborto. En 12 de estos proyectos, figuran como autoras alguna de las legisladoras del partido fundamentalista Proyecto Dignidad, Joanne Rodríguez Veve, en el Senado, y Lisie Burgos, en la Cámara de Representantes, electas en su primera participación electoral como consecuencia de la creciente tendencia fundamentalista y antiderechos en Puerto Rico. 

Para Mayra Díaz Torres, uno de los más peligrosos es el proyecto de la Cámara 1048, de la autoría de Burgos. La medida propone la creación de una ley para prohibir el aborto, una vez se detecte el latido del feto, en el útero gestante. Generalmente, los latidos se pueden escuchar, en una ecografía, a partir de la sexta semana de gestación. 

Todos los proyectos radicados tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, pueden monitorearse en el portal del Sistema Único de Trámite Legislativo. Además, las entrevistadas recomendaron ver información que compartan grupos defensores de derechos humanos, específicamente las que defienden los derechos sexuales y reproductivos. Igualmente, instaron a estar alertas respecto a la propaganda que producen efectivamente los grupos fundamentalistas. 

4. Organízate colectivamente

Con cambios casi inminentes en cuestión de derechos humanos, la organización colectiva, la presencia y el posicionamiento pueden hacer la diferencia entre la protección o la pérdida de un derecho. Los últimos sucesos que atentan contra el derecho al aborto han despertando el interés a la participación activa.

Los colectivos se están organizando y, en algunos casos, reorganizando, pero sin duda, la inminencia de los cambios ha arreciado el interés para continuar la lucha.

“Necesitamos cuerpos, necesitamos voces en todos lados, en las ponencias, fuera del Capitolio, en las organizaciones, en los barrios, en las casas. Necesitamos portavoces”, sostuvo la salubrista. 

De interesarse en incursionar al activismo colectivo organizado, las entrevistadas recomendaron contactar, por redes sociales, a las organizaciones que defienden los derechos reproductivos como Profamilias, Taller Salud, Amnistía Internacional y la coalición Campaña Nacional por el Aborto Libre, Seguro y Accesible. 

“Es cuestión de que nos toquen la puerta, que se la vamos a abrir porque necesitamos manos y cabezas para aumentar y fortalecer la resistencia en la que estamos todas en estos momentos”, detalló González, cofundadora de Taller Salud.

5. Pronúnciate. Hazte visible en las redes sociales

Desde las organizaciones, reconocen la barrera que representa la movilidad en movimientos que tienen sus bases en el área metropolitana, así que Díaz Torres invitó a que las personas que defienden los derechos reproductivos tomen sus redes sociales de forma contestataria y activa, para posicionarse y compartir información correcta y contextualizada. 

Además, exhortó a que las personas también se unan a convocatorias remotas como conversatorios virtuales, webinars y pañuelazos. 

“Es importante escuchar otras voces, que no necesariamente seamos las activistas feministas. Otras voces que sienten y padecen igual que nosotras, pero que no son escuchadas”, señaló González, quien entiende necesario que las personas, desde sus respectivos espacios, alcen su voz para defender el derecho a decidir. 

6. Apoya con donaciones a organizaciones de derechos humanos de base comunitaria

La salubrista Díaz Torres entiende que, aunque hay necesidades en todas las organizaciones, Profamilias es una organización que se debe considerar, de tener la capacidad económica para hacer donaciones. 

Profamilias tiene la única clínica de terminación de embarazos, de base comunitaria. En la Clínica IELLA, ofrecen los servicios a personas que no tienen la capacidad de costearlos, además de servir desde un trato humanitario y de equidad. 

“No tan solo estás defendiendo el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras vidas, sino que también estás aportando a eliminar barreras de acceso a estas personas que no cuentan con los medios económicos para hacerse un aborto seguro”, expresó la activista. 

Puedes donar a Profamilias pulsando aquí

7. Promueve una educación sexual integral y con perspectiva de género 

La salud sexual y reproductiva abarca mucho más que el conocimiento del derecho al aborto. Implica el acercamiento a la sexualidad de manera segura, deseada, respetuosa y libre de violencias. 

Sin embargo, para garantizar estos derechos, es imprescindible fomentar una educación sexual integral y una educación con perspectiva de género, lo que, a su vez, promovería una sociedad más justa y equitativa.

“El estigma más grande para el que hay que educar en este país es sobre la maternidad como fin último de la existencia de las mujeres o de las personas con útero, cuando vemos en la realidad que eso es una decisión”, estableció Díaz Torres, quien dirigió una clínica de salud sexual y reproductiva, en la que también realizan abortos.

Lee aquí: El aborto es y seguirá siendo legal en Puerto Rico

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