Hubo un tiempo en que no había nada como pasear por Toys “R” Us. Les rogabas a tus padres por el último juguete que habías visto recientemente en la televisión. Pero siempre era el mismo comentario: “Toys “R” Us es caro”. A pesar de lo anterior, la emoción y el anhelo nunca se iba. Para el filme Lightyear, esa es la fuente de inspiración.