(Ilustración por Mónica López @lamdemonica)
¿Cuántas veces hemos querido salir corriendo de una fiesta familiar porque parece que regresamos a la época en que hacer chistes homofóbicos, clasistas, machistas y racistas era muy normal?
Probablemente, a muchas nos ha pasado que estamos en paz disfrutando de una actividad en la que compartimos con familiares y amistades y, de momento, alguien abre la bocota para recordarnos que afuera de nuestra burbuja el mundo sigue siendo cruel y odioso.