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Celebran Quilombo feminista para fortalecer redes de apoyo entre comunidades

25 de noviembre de 2020 Quilombo de la Colectiva Feminista en Construcción

(Fotos de Ana María Abruña Reyes)

Así como las hermanas Mirabal gestaron grupos solidarios y de cuido colectivo para mejorar la situación de sus compatriotas durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, en República Dominicana, sus vecinas caribeñas en Puerto Rico apuestan, en la actualidad, a fortalecer las redes de apoyo en momentos que la precariedad económica, la pandemia y los 55 feminicidios en lo que va de año atentan contra la paz y estabilidad de las mujeres en el país. 

En el Día Internacional de No Más Violencia contra las Mujeres, la organización Colectiva Feminista en Construcción apeló a la diversidad y convocó a mujeres de diferentes trasfondos a un evento reflexivo y combativo, titulado Quilombo feminista, que se celebró, el miércoles, en la Placita Barceló, en Barrio Obrero, Santurce. 

Precisamente, un 25 de noviembre, hace 60 años, tres de las cuatro hermanas Mirabal fueron brutalmente asesinadas en represión por su activismo contra el régimen de Trujillo. Como tributo a la lucha de las heroínas dominicanas, Minerva, Patria y María Teresa, y recordando la agenda global pendiente en favor de la equidad por razón de género, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas adoptó, en el 2000, una resolución que designa el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. 

Un mural de las hermanas Mirabal –también conocidas como Las Mariposas– adorna la tarima de la Placita Barceló. El arte recuerda la unidad antillana, la solidaridad caribeña y la convergencia de mujeres dominicanas y puertorriqueñas en Santurce. El mural, además, sirvió de telón de fondo para el Quilombo feminista. 

“Vivimos momentos difíciles como país: la pandemia del COVID-19, violencia de género y precariedad han generado incertidumbre y miedo en el pueblo. El Estado no solo nos ha abandonado, sino que nos hace más vulnerables. Nuestra respuesta ha sido crear comunidad. Entonces, este año, además de continuar denunciando el pésimo manejo gubernamental y las violencias a las que nos enfrentamos y resistimos, nosotras asumimos el cuidado colectivo y el apoyo mutuo como acto político. Nuestros reclamos no han cambiado, pero sabemos que debemos fortalecer las redes de apoyo entre las mujeres y las comunidades”, resaltó Shariana Ferrer-Núñez, portavoz de la Colectiva.

“En ese contexto surge el quilombo, como un ejercicio para seguir sumando y creando comunidad. Nos movilizamos, protestamos, nos apoyamos y enfrentamos juntas las amenazas presentes”, añadió la líder feminista, en referencia al quilombo.

El quilombo es también una metáfora de lucha. Eran, precisamente, estos espacios y juntes los que gestaban los cimarrones como herramienta de resistencia ante los regímenes coloniales y esclavistas de las plantaciones en el Caribe. 

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En el eventose erigió un altar en memoria a las víctimas de feminicidios durante el 2020 en Puerto Rico. 

A juicio de la integrante de la Colectiva, Melody Fonseca, el Quilombo feminista se une a una jornada de luchas y encuentros, no solo con mujeres, sino con residentes de Barrio Obrero y comunidades aledañas. En ese sentido, la selección de la Placita Barceló para celebrar el evento no fue una decisión al azar ni espontánea, sino la continuación de unos vínculos solidarios con algunas de las personas más olvidadas por el Estado durante la pandemia actual. 

“Este espacio de la Placita Barceló tiene varios significados para la Colectiva. Tiene que ver con la comunidad que esté en este espacio. En medio de pandemia y de un gobierno que ha estado ausente todo este año para las comunidades más vulnerables, están las comunidades inmigrantes, particularmente la comunidad dominicana en el país. Para nosotras, es importante estar aquí porque reconocemos que, si bien el Estado nos ha fallado a todas y todos, aquellos más vulnerables que no han podido recibir ningún tipo de desempleo y ayuda, son quienes peor la están pasando”, expresó Fonseca a Todas. 

Como preámbulo a los actos artísticos del Quilombo feminista, decenas de residentes de Barrio Obrero recogieron donativos de bolsas con alimentos y otros víveres. La entrega forma parte de la iniciativa Brigadas por la Vida.

“Reconocemos que hay una necesidad de comida en el país. Hay unas poblaciones que la están pasando muy mal con la pandemia, con no poder trabajar, y nos parece importante no llegar a un lugar para solo un evento, sino darle continuidad al trabajo con la comunidad”, agregó Fonseca. 

Como parte de las presentaciones musicales del Quilombo feminista, compartieron su talento la cantautora  Andrea Cruz, la DJ y activista Toca Lale, el colectivo Prieta Caribe, entre otras artistas solidarias con la lucha feminista. 

Durante el evento, también se hizo referencia al Plantón 23N que se llevó a cabo, en noviembre 2018, en la calle de La Fortaleza en el Viejo San Juan. Esta manifestación marcó el inicio de movilizaciones y reclamos que le exigen al gobierno de Puerto Rico la declaración de un estado de emergencia para combatir la violencia de género. 

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