(Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes)
“¡Qué bueno tocan esas muchachas!”, me dijo mi abuela Prin remeneándose al son de la música de Plena Combativa, en la Plaza de Recreo del municipio de Humacao, en noviembre de 2019. Y de plena mi abuela sabe. Por 60 años, estuvo casada con Emilio Rexach-Figueroa, alias Millo Plena; parió a una plenera y a un plenero, y se deleitó con las plenas de su amigo ponceño Gumersindo Mangual-Oppenheimer mientras este cantaba y tocaba en Fajardo.
Escuchar el primer disco de Plena Combativa, agrupación fundada en 2017, y el rítmico tun tun tun de las panderetas ratifica la opinión de mi abuela sobre este importante proyecto sonoro.
La producción musical Plena Combativa, de la agrupación homónima, es casi un tratado de historia de Puerto Rico. Adriana Santoni-Rodríguez, Angellie González-Jorge, Margarita Morales-Marrero, Laura Rocío Freytes-Rodríguez, Laura Luz Cintrón-Carrión y Lourdes Aymé Torres-Santos utilizan la plena para contar historias –de antes y de ahora–, visibilizar figuras importantes y denunciar los atropellos que las comunidades marginadas sobreviven en la nación puertorriqueña. Además, las letras de las canciones contribuyen a cimentar espacios de luchas y resistencias feministas y de reclamos de equidad.
“…Plena Combativa, espacio donde no solo las letras llevan un mensaje de protesta y propuesta, sino que al tocar los panderos, como mujeres, estamos transgrediendo y generando una transformación” , dice Laura Rocío Freytes-Rodríguez.
La compilación de 14 composiciones está perfectamente hilvanada; ocho letras resaltan las luchas feministas insulares y se intercalan con otras seis canciones que describen a un gobierno asesino, corrupto, racista y neoliberal. Plena Combativa inicia con su carta de presentación Son explosivas; la pieza exhibe a mujeres puertorriqueñas agenciándose de la plena, un ritmo tradicionalmente vinculado a los hombres, y utilizándola como un arma política de visibilización feminista. En el coro, advierten: “Tengan cuidado, son explosivas; son las muchachas de Plena Combativa”.
En Plena indignación, le gritan al Estado: “Chimenea de muerte no te voy a tolerar. Muévete a Fortaleza si tus cenizas quieres tirar”, para exigir un alto al depósito de cenizas en Peñuelas. De ahí, continúan denunciando la corrupción gubernamental destacando la figura del exgobernador Ricardo Rosselló Nevares (2017–2019), las manifestaciones de protesta del verano de 2019 y a otras personalidades de la política partidista puertorriqueña.
Candela, con una letra clara y contundente, de frente y sin paños tibios, debe ser la canción que sustituya cualquier otro jingle político para contrarrestar la memoria corta de un país colonizado.
María Virginia “Prin” Ayala-Corsí y su nieta Bárbara Abadía-Rexach frente al mural del
Colectivo Moriviví en el pueblo de Humacao, Puerto Rico (17 de noviembre de 2020).
Libre y peligrosa es un himno feminista; es un grito a los macharranes y un emplazamiento al gobierno que se rehúsa a declarar un estado de emergencia nacional ante la violencia de género y los feminicidios. Con Cero promesas, Plena Combativa denuncia el estatus colonial del archipiélago y rechaza la ley congresional PROMESA que estableció la Junta de Control Fiscal que ha exacerbado las inequidades económicas en el país. Por su parte, en Cuánto más, las pleneras señalan el racismo institucional que criminalizó a la niña visiblemente negra Alma Yariela Cruz-Cruz.
Con Plena feminista para las niñas felices, la agrupación musical les regala una canción a las niñas, retribuye el camino a la libertad que le legaron sus ancestras –entre ellas, Julia de Burgos, Luisa Capetillo y Mariana Bracetti– y continúa trazando la ruta para garantizarle un país libre de machismo a la niñez. Un coro de niñas entona: “Las niñas de nuestra tierra quieren ser libres para jugar y esta plena es para ellas, pa’ que las dejen vivir en paz”.
El homenaje feminista continúa con Lolita, pieza dedicada a la valentía, el coraje y la combatividad de la lideresa independentista borincana Lolita Lebrón. En Bembetea, se visibiliza la figura de la panderetera negra Carola Clark, y se destaca la importancia de la plena comunitaria no comercializada. La plena Antología musicaliza versos de la obra poética de Julia de Burgos y destaca la poderosa línea “Quien manda en mí soy yo”. Y así, en clave de empoderamiento, aparece un canto al amor y al romance, a las miradas y a la piel erizada entre dos mujeres en un entramado de guaguancó y plena. Con La cubana, se transgrede y se rompe con los estereotipos del amor romántico cisheteronormativo; por el contrario, la canción apela al amor no binario, a todos los amores.
La duodécima composición se titula Cerro Maravilla. En esta, las músicas le llaman terrorista al exgobernador Carlos Romero Barceló (1977-1985) y le reclaman el asesinato de Carlos Enrique Soto-Arriví y Arnaldo Darío Rosado-Torres el 25 de julio de 1978.
Entre tanto, con El tumbe, se le adjudican más faltas a los gobiernos, encabezados por el bipartidismo histórico del PPD y el PNP. En Puerto Rico, quien roba es el gobierno corrupto que privatiza, impone políticas neoliberales, criminaliza y reprime los derechos, particularmente, de las mujeres y sus cuerpas. Pero, para seguir en la lucha decolonial, antirracista y feminista, Mujeres pleneras celebra la sororidad intergeneracional y augura el crecimiento del movimiento musical-político de la plena puertorriqueña.
“La verdad es que no hay nada como crear y ejecutar transgresiones político-musicales con mis compañeras de Plena Combativa”, asegura Adriana Santoni-Rodríguez.
El disco Plena Combativa, con sus letras, la incorporación del lenguaje inclusivo, las voces y el melodioso sonido de las panderetas y el güiro, es una joya, única e imprescindible. Plena Combativa es una valiente y poderosa celebración de la equidad. La agrupación presentará su trabajo musical el 24 de julio, a las 5:00 p.m., a través de sus páginas de Facebook e Instagram.
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