(Fotos: Suministradas)
Una de ellas tenía a su padre con cáncer. Otra no quería que sus hijos pasaran las necesidades económicas que experimentó cuando era una niña. También, estaba una mujer con un tono de voz triste, porque, quizás, no volverá a mirar y acariciar a su familia que dejó en República Dominicana.
Cada una de esas mujeres tuvo un motivo para montarse en una “yola”, con 15 o 20 personas, que desafiaron el mar. Luego, pisaron tierra puertorriqueña pero, en ese camino de sobrevivencia, se encontraron con agresiones sexuales, físicas y emocionales. También, estas inmigrantes dominicanas se toparon con quienes les exigieron más de ocho horas de trabajo.
Estas historias forman parte del documental Desempacando: Género, migración y violencia que presenta la realidad de las inmigrantes dominicanas en Puerto Rico.
Este cortometraje se nutre del trabajo de investigación de Elithet Silva Martínez, catedrática asociada de la Escuela Graduada de Trabajo Social Beatriz Lassalle de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. La dirección y la producción es de Annabelle Mullen (Cuentas pendientes, El antillano, El Chata, Ese olor a lechón). Este esfuerzo se logró con la colaboración de Romelinda Grullón, directora ejecutiva del Centro de la Mujer Dominicana, donde se da servicio a esta comunidad.
El trabajo audiovisual se centra en los testimonios de mujeres, quienes narraron sus travesías para llegar a Puerto Rico, y, además, hablaron sobre cómo enfrentaron la violencia y qué hicieron para recuperar sus vidas. Se trata de un sube y baja de emociones que, al final, conduce a un lugar donde se recupera la alegría y la esperanza.
“Este documental visibiliza las situaciones y particularidades de las mujeres inmigrantes. Sabemos que las puertorriqueñas viven la violencia, pero acá hay una situación de nunca acabar porque las leyes migratorias son más punitivas. Estas mujeres viven situaciones de violencia, trata, extorsión”, mencionó Grullón, cuya red de profesionales ha ayudado a miles de mujeres por 16 años.
“Me siento orgullosa porque se ven varias facetas. Están hablando de sus motivos, su situación de violencia, pero, cuando salen en los talleres de turbantes, se ve la alegría y la solidaridad. Se ve el compañerismo”, señaló sobre la pieza con imágenes de La Romana, en República Dominicana; Aguadilla, y Río Piedras.
Por su parte, la investigadora Silva Martínez destacó que el documental complementa a una investigación que reflejó que, en esta población de mujeres, 9 de cada 10 sufre de violencia emocional, 8 de cada 10 experimenta violencia física y 7 de cada 10 enfrenta agresión sexual.
Confesó, además, que mientras se daba el proceso de entrevistas recibió lecciones con las que cargará por el resto de su vida.
“Mientras estábamos haciendo las entrevistas, se me estremecía el alma, porque estas mujeres experimentan violencias de distintos tipos, y la pobreza hay que verla como un tipo de violencia, que impulsa a las mujeres a sobrevivir y a exponerse a situaciones fuertes”, expresó la profesora en la presentación del proyecto audiovisual en el espacio cultural :Pública, en Santurce, donde se exhibió el trabajo fotográfico de Jéssica “Yeya” Monroig y se bailó con la bomba de los grupos Umoya y Los Toneleros.
“Es duro, pero, como investigadora y trabajadora social, fue poderoso ver que no es una historia de victimización eterna, porque hay sobrevivencia, hay resistencia, hay posibilidades de enfrentar el sistema, hay posibilidades de educarse y de crear redes de apoyo, de juntarse para hacer dentro de las circunstancias. Fueron muchas lecciones”, añadió.
La educadora anticipó que se publicará un libro con los testimonios y los detalles de la investigación.