(Fotos por Ana María Abruña Reyes)
La declaración de un estado de emergencia por violencia de género, la integración de un currículo con perspectiva de género en las escuelas, la separación de iglesia y estado, la destitución de la procuradora de las mujeres, la cancelación de la deuda, la recuperación justa para comunidades afectadas por los temblores y el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos fueron las exigencias urgentes en el Día Internacional de las Mujeres, en Puerto Rico.
Desde las 10:00 de la mañana, en la calle La Fortaleza, llegaron mujeres, niñas, niños y personas de la comunidad LGBTTQIA+ para unirse a la marcha Orgullo, memoria y resistencia, organizada por la Coalición 8 de marzo, en la que se reafirmó la diversidad y retumbaron los reclamos de una vida digna y sin violencias.
Desde esos adoquines representativos de distintas luchas del pueblo, se pronunciaron desde la indignación por la inacción del gobierno y desde el amor por quienes luchan a diario en diversos frentes.
“No atienden las necesidades de las mujeres, y la violencia es una de ellas. No se quiere particularizar que es un problema de género. No basta con decir: ‘Aceptamos que Alexa es una mujer y es un feminicidio’. Acaba de ocurrir otro asesinato de un hombre trans y también es un asunto de género. Es importante que comprendamos que las mujeres luchamos por las mujeres, pero también luchamos por toda la sociedad, porque en un país donde no hay equidad para todas las personas y, principalmente para las mujeres que cargamos tanto, no puede salir de la crisis económica, de la crisis social”, mencionó Ruthie Arroyo, una de las representantes de la Coalición 8 de marzo antes de partir hacia el Capitolio, al resaltar que es esencial que la educación con perspectiva de género esté presente en todas las políticas públicas.
Este año, la manifestación se dedicó a la mujeres del sur de la isla, a la mujer trans Alexa, quien fue asesinada el pasado 24 de febrero, y a Adolfina Villanueva (1946-1980). Villanueva fue una mujer negra, pobre y madre de seis hijos que fue asesinada por la Policía mientras intentaba defender su hogar que fue demolido horas después de los hechos. Como si el tiempo no transcurriera, hoy mujeres enfrentan la pérdida de vivienda ante la precariedad, como ha establecido la organización Ayuda Legal Puerto Rico en foros.
“Las mujeres del sur combaten las violencias del Estado. Las mujeres del sur enfrentan la violencia del Estado, cada vez que les dejan sin escuelas para sus hijos y cuando se les niegan servicios básicos de salud, cuando se les esconden y roban suministros y se les pretenden dejar a la intemperie sin hogares, cuando no tienen un miserable título de propiedad. Por eso, exigimos un protocolo con perspectiva de género para el manejo de desastres”, señaló, por su parte, Angélica Acosta, una las organizadoras de la marcha.
Resaltó, además, el silencio de la procuradora de las mujeres, Lersy Boria, ante los feminicidios en el país, e indicó que, entre sus responsabilidades se encuentra fiscalizar las políticas públicas del gobierno.
“Merecemos una procuradora que fiscalice y no sea una cómplice y sello de goma más del Estado”, expresó.
Acosta exigió también que la gobernadora declare un estado de emergencia por la violencia de género, solicitud que las mujeres están pidiendo desde noviembre de 2018.
“La violencia machista nos mata. Queremos un estado de emergencia, no porque estamos locas ni somos exageradas ni vivimos con delirio de persecución, sino porque nos matan, y la gobernadora de pacotilla de este país es igual de responsable que los asesinos”, apuntó.
Como parte del reclamo de separación de iglesia y estado, las participantes desplegaron dos pañuelos, con los mensajes “Yo decido” e “Iglesia y Estado asuntos separados”, en las escaleras de la Catedral del Viejo San Juan. Allí, rechazaron el Proyecto del Senado 950, de la legisladora penepé Nayda Venegas, que propone más regulaciones al derecho del aborto. Además, dejaron claro que se mantendrán alertas ante la posible aprobación del Código Civil en los próximos días.
“Hoy nuestra religión es la justicia, la unción es nuestro sudor y el templo está en la calle. Hoy el culto es la protesta. Un minuto de silencio piden para honrar los muertos, pero el silencio es el que nos ha traído la muerte. Silencio al violador, silencio al encubridor, silencio en la vergüenza, silencio en el terror. ¿Y cuánto es un minuto mientras te violan? ¿Y cuánto es un minuto mientras te acosan? ¿Y cuánto es un minuto cuando te entran a golpes? Ningún minuto de silencio. Hagamos juntes, y segundos de gritos y de rabia colectiva”, pronunció Sumayah Soler, del Colectivo Interreligioso de Mujeres de Puerto Rico.
Tras estos contundentes reclamos, el grupo continuó hasta el Capitolio, donde esperaban mujeres con sus barriles. Desde el baile y la música, también se protestó por una vida sin violencias, y se exigió justicia, equidad, libertad y respeto.
En este momento, también, se nombraron a las mujeres y personas trans asesinadas en el 2020. La participación artística contó además con la agrupación Plena Combativa y la Pasarela, protagonizada por representantes de la población LGBTTQIA+, como un acto de liberación y protesta.
Las personas trans recientemente asesinadas, Alexa y Yampi, fueron recordadas en este espacio solidario.
La marcha del 8M, en Puerto Rico, se suma a las de Cuba, México, Argentina, Chile República Dominicana y otros rincones del mundo, donde también retumbaron las exigencias de miles de mujeres que defienden sus derechos humanos, pero, sobre todo, su derecho a la vida ante la violencia machista.
Entre el 1972 y el 2020
La feminista y expresidenta del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico Ana Irma Rivera Lassén participó en la conmemoración del 8 de marzo, en el 1972, cuando formaba parte de la organización Mujer Intégrate Ahora, y, aunque aún la violencia de género está presente en la agenda feminista, consideró que en estos años ha habido ganancias.
“Creo que hay temas, como el de la violencia hacia las mujeres, que permanecen, pero con una gran diferencia en esta marcha, y es la gran conciencia de la diversidad de las mujeres. Me parece que es una ganancia. Está dedicado a Adolfina, pero también a Alexa, así que es un reconocimiento de la diversidad, y que el tema de género nos incluye a todas no importa la orientación sexual o la identidad de género. Esa ganancia me parece transcendental”, reaccionó.
Señaló que, igual que en la década de 1970, el derecho del aborto está en la discusión pública con el Proyecto del Senado 950 y el Código Civil.
“Eso nos coloca en una situación parecida a la anterior, pero también con una ganancia, y es la cantidad de personas que tienen una conciencia de que no podemos echar hacia atrás. De personas que están dispuestas a estar en las calles para luchar por los derechos sexuales y reproductivos”, añadió la candidata a senadora por acumulación por el Movimiento Victoria Ciudadana.