En la foto, la directora ejecutiva de Casa Protegida Julia de Burgos, Coraly León Morales; las facilitadoras Inés Marrero y Coralymar González; y la asistente Gabriela Vázquez.
Tras ocho años de cierre debido a recortes presupuestarios, la organización Casa Protegida Julia de Burgos reabrirá su segundo albergue para sobrevivientes de violencia doméstica, en el área sur, para responder al aumento de feminicidios y para ofrecer servicios fuera de la zona metropolitana.