El asesinato de Alexa ha causado consternación en todo el país y ha provocado la reflexión colectiva en torno a cómo la sociedad puertorriqueña ha fallado en atender las necesidades de las poblaciones trans. El feminicidio también ha generado procesos de autocrítica entre quienes aspiran a mejorar las condiciones de un sector que frecuentemente ha sido marginado de los discursos de inclusión y equidad.
Con un tono de solemnidad y solidaridad, integrantes de la comunidad LGBTTIQ+ y aliades de la Universidad de Puerto Rico (UPR) se reunieron esta noche en el anfiteatro de la Escuela de Arquitectura del Recinto de Río Piedras para expresarse sobre el crimen que terminó con la vida de Alexa, quien también se identificó como Neulisa Luciano Ruiz, y la necesidad de continuar las luchas en favor de las personas trans en la isla.
Fue un conversatorio sin libreto, pero con una agenda clara de amor y aceptación para todes.
“También nosotros somos esa familia ausente y, de alguna manera, estamos en representación de Alexa, de validar la justicia y que esto no vuelva a pasar”, expresó Víctor Nieves, quien fue la primera persona en tomar el micrófono durante el evento.
Alexa fue asesinada en la madrugada del lunes en Toa Baja. Vivía en la calle. Un día antes de su muerte se propagó información en las redes sociales que la acusaban de entrar al baño de mujeres de un establecimiento de comida rápida para mirar niñas. La acusaron de ser un hombre vestido de mujer que entró al baño que “no le correspondía”. Algunos medios la identificaron como “un hombre con falda”. Sin embargo, era una mujer que utilizaba el baño correspondiente a su identidad de género.
“Cuando pasó lo de Alexa, que todo el mundo comenzó a compartir los memes y a burlarse de ella, yo sentí como si me hubiesen apretado el corazón, porque yo no me burlo de personas sin hogar ni de personas usuarias. Hay que ser bien cuidadoso con lo que uno comparte en las redes”, comentó por su parte el artista Kriss du Cecile.
El evento celebrado en la UPR contó con la participación de representantes de la comunidad trans en Puerto Rico. Incluso, se anunció la creación de un grupo de apoyo en la discoteca Toxic Night Club. Además, se abogó por echar a un lado diferencias y trabajar en favor de los derechos y oportunidades de sus integrantes.
“Considero que es una comunidad bastante dividida y creo que este suceso de Alexa debe servirnos para unirnos y apoyarnos”, dijo una mujer trans que se identificó como Natasha.
Por su parte, Mariela Santiago, consejera de la UPR, abogó por el desarrollo de estrategias educativas que aporten a normalizar en la sociedad las identidades de las personas trans en la isla.
“Parte de reaprender es abrirnos a espacios de normalizar. En muchas ocasiones, asumiendo lo que vemos, asumimos mal, así que es importante preguntar a una persona el nombre con el cual se siente identificada. Así, estamos dando un espacio de apertura y aceptación. Estos días han sido para nosotros bien dolorosos. Todas las personas que estamos aquí sentimos que pudimos hacer más. Tenemos que educar a las personas a sensibilizarnos y tenemos que aprender”, argumentó Santiago.
“Ella tenía problemas emocionales, pero no era por su identidad de género. Era por la transfobia que la hacían sentir mal”, puntualizó la consejera.
Una vigilia por la memoria de Alexa se convocó para este sábado, 29 de febrero, a partir de las 5:00 p.m., en la calle de la Resistencia (Fortaleza), en el Viejo San Juan.