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Gaslighting: manipulación de la realidad y estrategias de control

(Foto de archivo)

Desde sus diversas experiencias con la violencia de género en todas sus modalidades, tres profesionales discutieron sobre el impacto del gaslighting (luz de gas), y ofrecieron consejos para identificar esta manifestación del poder en el contexto de las relaciones de pareja.  

El foro Gaslighting: una manifestación de violencia de género, convocado por el Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico y la Fundación de Mujeres en Puerto Rico, reunió, el jueves, a Gilda Rodríguez Díaz, psicóloga clínica de la Universidad Albizu Campos; Lourdes Inoa Monegro, activista política y facilitadora del Taller Salud; Verónica Rivera Torres, abogada y defensora de los derechos humanos, y la periodista Milly Méndez, moderadora de la actividad.   

“Desde la sociología, se ha abordado que el gaslighting tiene como consecuencia que esta persona perpetradora utiliza o moviliza los estereotipos, las inequidades estructurales e institucionales relacionadas, principalmente, al género en contra de la víctima para manipular su realidad”, explicó Rodríguez Díaz. 

La doctora Rodríguez Díaz, quien ha dedicado gran parte de su carrera al servicio psicoterapéutico de niños, adolescentes y mujeres, enfatizó en que este término tiene unas raíces en las disparidades y en las inequidades sociales. 

La psicóloga clínica describió el fenómeno del gaslighting como complejo, en el que hay que evaluar múltiples factores en el grado de manipulación en la pareja. Igualmente, mencionó que, comúnmente, el agresor utiliza el factor familiar para convencer a la víctima de una realidad y validarla. 

Por su parte, Inoa Monegro insistió en que, a través de los grupos de apoyos que han ofrecido a las víctimas desde el programa Tu Paz Cuenta, se han percatado de las tácticas de manipulación de los agresores.   

¡Estás loca! Te estás imaginando las cosas

Uno de los factores señalados es la locura; hacer pensar a las mujeres que están locas. La panelistas mencionaron que una de las frases que, comúnmente, se utiliza para desviar la atención es: “Te estás imaginando las cosas”. 

“El perpetrador del gaslighting lo que hace es ir identificando, en esa dinámica de manipulación, esas variables que le pueden ir validando en el proceso”, añadió Rodríguez Díaz. 

¡Tú no sabes hacer esto! Tú malgastas el dinero

El agresor insiste en poner en tela de juicio las destrezas de la mujer de manejar el dinero o los bienes.

“Sistemáticamente, este tipo de comportamiento provoca falta de confianza en sí mismas o en su toma de decisiones”, precisó Inoa Monegro, quien posee nueve años de experiencia con mujeres sobrevivientes de violencia doméstica y agresión sexual.    

La facilitadora de Taller Salud especificó que en las relaciones de parejas se comparten secretos, y esta situación genera un nivel de dependencia profundo. 

“Compartes tu realidad más íntima. Esto tiende a tornarse en tu contra”, añadió Inoa Monegro. 

Asimismo, dijo que ha identificado un patrón sistemático y progresivo cuando, en las entrevistas, evalúa la línea de tiempo de las agresiones. 

“El sistema está construido para tener que probarnos constantemente”, puntualizó la facilitadora.  

Conociendo la realidad

La abogada Rivera Torres expresó que las víctimas desconocen que se encuentran en una situación de violencia porque el agresor minimiza y/o justifica sus acciones. Igualmente, explicó que el gaslighting también afecta a los menores. 

En algunos escenarios, las sobrevivientes se dan cuenta de la manipulación y las estrategias de control, porque comienzan a ver las mismas tendencias del agresor hacia sus hijos. 

“Desde el Movimiento Amplio de Mujeres, nos hemos dado cuenta que el gaslighting es un poco invisibilizado cuando hablamos de la violencia doméstica o de la violencia de género”, indicó Rivera Torres. 

Basada en su experiencia entrevistando a sobrevivientes, la licenciada se ha percatado que la persona para mantener el control esconde la realidad del abuso con preguntas suspicaces como: «¿estás bien? o ¿estás segura?». 

La consultora en asuntos de género y derecho ha identificado perfiles en los que la víctima piensa que no hay maltrato porque no hay insultos o manifestaciones explícitas de violencia física. 

“Si limita nuestra libertad y si afecta nuestra paz y estabilidad emocional […], eso es violencia doméstica”, recalcó Rivera Torres. 

La licenciada explicó que la Rama Judicial ha invertido en educar, pero insistió en que hace falta más por hacer en el país porque todavía hay jueces que desconocen del gaslighting. 

“Continuar con procesos legales se hace sumamente difícil para esa víctima. La mayoría de las mujeres que hemos podido identificar que tienen estos patrones de maltrato están considerando qué tipo de recurso legal van a utilizar”, expresó, por su parte, Inoa Monegro. 

Las panelistas insistieron en la importancia de las redes de apoyo para que las víctimas se sientan acompañadas y seguras para buscar ayuda. 

Lee también: Cuando una mujer habla, solo toca acompañarla

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