Type to search

Fotoensayo: “Camino por el centro de la carretera”

Acoso callejero en Río Piedras -Foto de Ana María Abruña Reyes

Sí, soy mujer y transito las calles de Río Piedras a pie. Al igual que muchas otras compañeras estudiantes recorro el entramado urbano riopedrense con miedo, en estado de alerta, y haciendo un análisis espacial continuo que me sirva como herramienta para reducir mi vulnerabilidad en el espacio. No existe momento en el que no esté consiente de los peligros a los cuales estoy expuesta por el hecho de ser mujer.

Acoso callejero Río PiedrasEl miedo no es la única emoción que siento, al transitar el recorrido desde mi residencia a la IUPI, ya que el coraje también exige su lugar. Insiste en ser parte del análisis espacial que determina cómo voy a transitar el recorrido. Ambas emociones son factores que influyen sobre las interacciones espaciales de mi cotidianidad. Mi recorrido diario a la universidad, al igual que el de muchas otras compañeras, es una manifestación de las relaciones de poder y el género en el espacio. Yo escojo problematizar las contradicciones reveladas por el trayecto y lo camino en resistencia.

Acoso callejero en Río PiedrasAl abrir el portón de seguridad del edificio donde resido, en la Calle Peregrina, siempre me acompaña la sensación de que estoy abandonando la “seguridad” provista por lo privado. La transición entre el espacio ordenado por una y el articulado por el patriarcado no pasa desapercibida. Las aceras enmarcan una calle de carácter residencial, en la cual se espera flujo peatonal moderado y no es extraño escuchar alguna conversación o alboroto desde el interior de algunas de las residencias. Los automóviles arropan los márgenes de la calle y el andar se convierte en una especie de carrera de obstáculos. De golpe, el espacio diseñado para el que camina la ciudad ha sido invadido por ese agente que se impone sin preguntar , como si el mismo siempre hubiese estado destinado para él. La imposición del patriarcado en los espacios ocurre de forma similar.

La forma en que recorro el camino común entre la Calle Peregrina y la avenida Universidad es ejemplo y Acoso callejero en Río Piedrasconsecuencia de dicha imposición. El tramo es uno sin alumbrado, sucio e impregnado por el olor a basura y a cerveza derramada en la calle. Las aceras son angostas y se encuentran muy deterioradas. De no ser cuidadosa, puedo caer en algún alcantarillado destapado, tropezarme con un cráter o terminar pisando excremento de las compañeras caninas que también transitan la acera. ¿Hasta ahora todo bien? ¿ No? La descripción que les he provisto no debe estar muy lejos del imaginario que construyeron sobre la ruta, al comenzar la lectura. Sin embargo, esa descripción obvia la presencia impuesta del patriarcado en mi recorrido. Les ofrezco una descripción certera de mi experiencia como mujer recorriendo la ruta:

Pasando por el Vidys…
”Diablo, mira ese montón”.

Cruzando la calle…una mirada
con lascivia me persigue las nalgas.

Llego a la otra acera…
y una mujer le responde a un agresor.

Entonces camino
por el centro de
la carretera…

…afirmando mi existencia, haciéndome visible para aquel que le incomode mi presencia.

Camino ligero, para acortar el tiempo que me encuentro expuesta y asumo una actitud de irreverencia. Voy con paso firme, segura, retando al espacio y a las ideas que en él se manifiestan. Aún así, tras que camino con propósito intentando transformar lo que siento, vivo la encrucijada entre la impotencia y la posibilidad de tomar acción sobre eso que me incomoda. Mi forma de andar es una contra propuesta a la norma que me impone el patriarcado. Es una apropiación del espacio y del poder que en el se manifiesta. El verme forzada a decidir transitar el espacio de una manera alterna a la propuesta, revela el alcance de la supremacía masculina a la que me obligo a retar. Sí, me obligo porque el gestionar formas alternas también duele. Me jode el que andar en resistencia provoque el que me jodan más.

Acoso callejero en Río Piedras

Fotos: Ana María Abruña Reyes

Texto: Ambar Puig Delgado

Modelo: Génesis Couvertier Marrero

Localidad: Río Piedras

¿Puedes apoyar el periodismo feminista?

Nuestro trabajo de periodismo feminista es independiente y se sostiene, en gran parte, por el apoyo de nuestra audiencia. En tiempos en que los intereses antiderechos acechan nuestras libertades, el periodismo feminista es aún más pertinente. Puedes ayudarnos a fortalecerlo, con una aportación mensual o con un donativo, asegurando que todo nuestro contenido se mantenga accesible y gratis todo el tiempo, para todo el mundo.

Comparte este artículo:

¡APOYA NUESTRO TRABAJO!

HAZ TU APORTACIÓN MENSUAL

Haz una donación en

  • trending_upActivismo
    whatshot¡Cambia ya!
  • Ilustración de Elizabeth Barreto

    Las mujeres toman la delantera en la lucha climática

    Informe detalla las barreras que enfrentan las mujeres trabajadoras

    Aprueban en la Cámara el proyecto contra el discrimen por estilos de cabello

    Esperan por la aprobación del proyecto contra discrimen por estilos de cabello

    Madres contra la Guerra

    Madres contra la Guerra denuncia intento de intimidación del FBI a manifestantes pro Palestina

    Nosotras por nuestras vidas, 8 de marzo de 2024

    Toman el expreso para caminar libres y sin miedo

    8 de marzo de 2024, Coalición 8 de marzo

    Conmemoran 50 años de lucha por la justicia de las mujeres

    Lockheed Martin

    Cómo las mujeres están combatiendo a los fabricantes de armas del genocidio en Palestina

    Shariana Ferrer-Núñéz 8M2021_Claudia Carbonell7

    Shariana Ferrer Núñez es galardonada por su trabajo feminista

    Manifestación en apoyo a Palestina en Puerto Rico

    Palestina: “No se debe normalizar el dolor”

    Mujeres dominicanas se agarran de manos en la Jornada en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el 25 de noviembre de 2023.

    Denuncian las violencias contra las mujeres en el país de las Mirabal

    La activista viequense Katherine Martínez Medina al culminar su caso con un acuerdo comunitario

    Acuerdo novel da fin a caso contra la activista viequense Katherine Martínez Medina