Yo parí en casa con mi partera, mi doula, y dos amigas que también habían parido en sus casas. Una de mis amigas, vamos a llamarla “R”, estaba preñá de su tercer bebé. De hecho, su segunda bebé había nacido mientras ella estaba sentada en el inodoro en su casa y antes de que llegara el equipo de parto de la partera, la doula, y el obstetra. Su esposo recibió a la bebé con el obstetra en el teléfono. “R” se fajó en mi parto acompañándome desde la media noche.