(Fotos y vídeo por Ana María Abruña Reyes)
La administradora y educadora Vilmarie Rivera Sierra llegó a la Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM) tras la recomendación que hicieron múltiples organizaciones feministas y de servicios a víctimas y sobrevivientes de la violencia machista al gobernador Pedro Pierluisi, quien la nombró el 8 de enero pasado. La conocen porque han trabajado con ella y saben de su experiencia de 18 años dirigiendo el Hogar Nueva Mujer en Cayey, y saben de su gestión de fundar hace 12 la Red de Albergues de Violencia de Género, la cual presidió hasta su nombramiento a la OPM.
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Rivera Sierra ha dicho que no responde a partidos y que, a la hora de atender a una mujer en necesidad, nunca le ha hecho falta preguntarle sus ideologías políticas. Comoquiera, ha sido su vinculación con el sector feminista, ese que ha llevado la voz cantante en la lucha por la equidad de género en Puerto Rico, y su ausencia en las filas político partidistas parte de los cuestionamientos públicos que se han hecho en detrimento de su posible confirmación.
Aunque aún no se conocen las fechas en las que Rivera Sierra se enfrentará a la Comisión de Nombramientos del Senado, cuerpo que debe confirmar su designación, confía en que su experiencia es su mejor carta de presentación.
Sobre algunos de los temas que, con toda probabilidad, deberá responder a senadores y senadoras, conversó en entrevista con Todas.
¿A qué mujeres representa la Oficina de la Procuradora de las Mujeres bajo su dirección?
– A todas las mujeres. Yo represento a mujeres blancas, mujeres negras, mujeres conservadoras, mujeres religiosas, mujeres de izquierda, mujeres de derecha. Yo represento a todas las mujeres. Desde el 8 de enero, esta procuradora está aquí representando a las mujeres de Puerto Rico.
¿Incluye a las mujeres trans?
– A todas las mujeres de Puerto Rico.
De cara a esas vistas públicas, se van a discutir muchos temas. Podemos anticipar algunos de esos temas, entre esos, el tema del derecho al aborto y la educación con perspectiva de género como herramienta de prevención de la violencia de género.
– En términos del aborto, es un derecho que tiene la mujer. Yo me tengo que limitar específicamente a velar por que las mujeres puedan tener acceso a ese derecho. Eso yo no lo puedo cambiar, así que si quieren algún cambio pues hay cambios que hay que hacerlos a nivel legislativo, que no me corresponden a mí. A mí, me corresponde velar por que a la mujer no se le violente ese derecho que tiene de poder evaluar hacerse un aborto, así que, desde esta posición, yo tengo que asumir esa postura.
Cuando se presentan proyectos legislativos sobre el tema del aborto, la Oficina de la Procuradora de las Mujeres presenta memoriales sobre su posición. ¿Cuál es la posición de la OPM bajo su dirección?
– La Oficina de la Procuradora de las Mujeres, cuando se hizo esta última evaluación [de los proyectos legislativos que pretendían establecer nuevas restricciones al derecho al aborto] se sometió a un memorial que decía que, en derecho, nosotros estamos para velar por los derechos de las mujeres. Eso es un derecho que tienen las mujeres, el poder evaluar y hacerse un aborto. Yo no voy a cambiar la posición de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres. Estoy conforme con la recomendación que dio la procuradora en aquel momento [Lersy Boria], porque me parece que es a lo que aspiramos desde la oficina, el poder proteger los derechos de las mujeres.
En cuanto a la educación con perspectiva de género…
En cuanto a lo que tiene que ver con el currículo que [el Departamento de] Educación tenía que establecer dentro de la orden ejecutiva [que estableció un estado de emergencia por la violencia de género en Puerto Rico en enero de 2021], pues dejar claro que hay una orden ejecutiva estableció un currículo, No lo establecí yo, como procuradora. Eso lo estableció el señor gobernador [Pedro Pierluisi] cuando firmó esa orden ejecutiva, que dijo cómo el Departamento de Educación era la agencia que tenía que llevar a cabo ese proceso. El Comité PARE, lo estableció el gobernador también y, desde ahí, se pudieron crear unos subcomités de trabajo y los subcomités de trabajo dieron una recomendación. El Departamento de Educación no quiso asumir esa recomendación y la oficial de cumplimiento [la fiscal Ileana Espada], que es la responsable de evaluar si esa orden cumple o no cumple con la con lo que establece la orden ejecutiva, informó que el currículo estaba conforme a lo establecido. Pues la que tiene que dar cuenta en estos momentos por ese currículo es la licenciada Ileana Espada, que es la oficial de cumplimiento.
Pide una oportunidad para que le conozcan
Rivera Sierra indicó que, parte del tiempo que ha pasado en la OPM, lo ha compartido con figuras del Poder Judicial, Ejecutivo y Legislativo que han querido reunirse con ella y enterarse de parte de ella misma de su visión frente a la oficina que debe fiscalizar contra el discrimen y la desigualdad. Lo que pide es que quienes tienen el deber de trabajar mano a mano con ella se den la oportunidad de conocerla como persona y de mirar en detalle sus planes y propuestas. Una vez lo hagan, asegura convencida, se sumarán al trabajo por un Puerto Rico de equidad, con igualdad de oportunidades para todas las personas.