Las periodistas feministas de Latinoamérica y el Caribe nos organizamos en una red para trabajar juntas y cuidarnos entre nosotras.
Ahora, durante la pandemia, más que nunca, hemos conocido el impacto de la tecnoviolencia machista. A través de toda la región, hemos confrontado a troles que entran a nuestras páginas a difundir información falsa, misógina y que atenta contra los derechos humanos; hombres que irrumpen nuestras redes para “explicarnos” los temas de los que investigamos y reportamos, amenazas por mensajes privados y atentados contra nuestra seguridad en línea.