Impulsar un espacio de entrenamiento y muestras de trabajos de bailarines independientes de danza experimental y contemporánea, pero que también reciba a artistas del performance. Crear un lugar administrado por mujeres, quienes conocen las necesidades de las bailarinas. Y, de paso, que ese sitio sirva para educar a quienes desconocen en qué consisten estas líneas de trabajo.
Esas ideas de Noemí Segarra y Alejandra Martorell están pasando del sueño a la realidad con el desarrollo del proyecto Plataforma, un espacio de convergencia, entrenamiento y labor artística.