Las víctimas de violencia doméstica se encuentran en peligro en sus casas. Las puertas de sus hogares están cerradas por la orden de aislamiento a raíz de la pandemia COVID-19. Cada vez, el escenario se vuelve más aterrador con su agresor, quien controla cada movimiento y decisión. A esta realidad, se enfrentan los albergues de violencia doméstica que continúan brindando servicios para seguir salvando las vidas de cientos de mujeres y niños en Puerto Rico.
“La cuarentena puede representar una alternativa para no contagiarnos, pero, a la misma vez, representa el lugar más peligroso para la víctima”, declaró la directora del Hogar Nueva Mujer, Vilmarie Rivera Sierra.
En el encuentro virtual Aislamiento sin violencia, directoras de albergues de la isla afirmaron que, a pesar de la orden de distanciamiento social, permanecen trabajando para que cualquier persona que sufra violencia doméstica pueda acceder a sus servicios y buscar ayuda. El Facebook Live se llevó a cabo ayer, jueves, por la Red de Abergues de Violencia Doméstica de Puerto Rico.
“La víctima no puede salir a trabajar como salía antes. La víctima no puede, incluso, conectarse telefónicamente. Así que esa situación genera estresores adiccionales […] y que la víctima sienta que no tiene opciones”, explicó Rivera Sierra.
“Ciertamente, ha sido un reto para todas las organizaciones. Estamos enfrentando un evento que todos desconocemos […], pero como organizaciones y mujeres de vanguardia siempre nos ponemos adelante y cada una de nuestras organizaciones ha hecho lo indecible para que nuestros servicios no cesen”, insitió Lisdel Flores Barger, directora del Hogar Ruth.
La Red de Abergues de Violencia Doméstica de Puerto Rico, fundada en 2010, trabaja con alianzas entre los centros de ayuda para atender las necesidades de las víctimas de una manera uniformada y establecer criterios de acción y estandares de calidad.
Flores Barger indicó que los refugios están trabajando 24 horas, los siete días de la semana, ofreciendo consejería, ayuda ambulatoria, intersectoría y orientación legal en las distintas jurisdicciones que las organizaciones tienen disponibles.
“Invertimos en equipo para que esos compañeros, cada vez que llegue una víctima solicitando una orden de protección, puedan llamar a estos contactos (refiriéndose a los intersectores legales), y ellos puedan ser orientados para que puedan ver los remedios que tienen bajo la orden de protección y la Ley 54”, añadió la trabajadora social Flores Barger.
No se requiere una orden de protección para recibir los servicios de los albergues que son, completamente, gratuitos y confidenciales, especificaron.
Prevención ante posibles contagios
Por su parte, la directora ejecutiva de la Casa Protegida Julia de Burgos, Coraly León Morales, explicó que el equipo del albergue ha tomado adiestramientos para tomar medidas de prevención para proteger y minimizar el impacto del coronavirus en la población del refugio.
“Hemos tomado medidas dentro de los albergues para minimizar riesgos en los espacios de trabajo, pero también en los espacios que las participantes utilizan en su diario, tanto sus cuartos como los espacios comunes que comparten”, expuso León Morales.
La personas tienen que desinfectar sus áreas de trabajo, mínimamente, dos veces durante el día, cuando llegan y antes de irse, subrayó León Morales. Asimismo, comentó que si la participante tuviera una emergencia médica que tuviera que salir del albergue, el personal le ofrece mascarillas y guantes para protegerla del contagio.
Todas las participantes del encuentro coincidieron en que es importante que la víctima entienda que se están tomando los protocolos necesarios para evitar el contagio, y que ese miedo no sea una limitación para que quede atrapada en su casa.
Lo importante es salir del ciclo de violencia
“La violencia doméstica es progresiva; no va a retroceder”, puntualizó la encargada de la Casa de la Bondad, Gloria Vázquez Meléndez.
La directora explicó que el agresor se aprovecha de esta situación de aislamiento social para obtener más control de la víctima. Igualmente, insistió en que las víctimas busquen ayuda de inmediato porque la vida de ellas y de los menores corre peligro.
“Lo importante es que usted llame, se comunique, porque vamos a ayudarla en el proceso de diseñar ese plan de escape. Si no puede llamar, puede escribir por las redes sociales de manera privada”, reiteró.
Vázquez Meléndez sugirió que la mujer afectada debe preparar un bulto con artículos indispensables, como tarjetas de identificación y documentos importantes, para que esté preparada en caso de que tenga que salir de su hogar. Del mismo modo, es importante tener el teléfono de la línea de emergencia de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, (787)-722-2977, a la mano.
Las delegadas enfatizaron en que prevenir la violencia es una tarea de todos. A raíz de esta premisa, surgió la campaña Un buen vecino que va dirigida a las comunidades.
“Esta campaña consiste en que si usted como vecino escucha o ve un movimineto extraño, dentro de una residencia o en los alrededores, usted se sienta en la libertad de llamar al 911, la manera más asertiva para hacer esa denuncia”, declaró Olga Villa García, directora ejecutiva de CAPROMUNI.
La misión principal de esta iniciativa es salvaguardar la vida de esa persona que lo necesita y está cerca. De esta forma, hacer que el proceso sea lo más ágil posible ante las circunstancias que ha provocado la pandemia COVID-19.
“En la medida que nosotras podamos compartirles estas estrategias que hemos estado utilizando, ustedes nos van ayudar a transmitirles a las víctimas el que no hay por qué tener temor de poder acudir a un albergue si su vida está en riesgo”, concluyó la moderadora Rivera Sierra.
A continuación, información que puede ser útil para personas en situación de violencia durante el periodo de distanciamiento social:
- Hogar Nueva Mujer — Tienen una línea de orientación confidencial 24/7. Proveen servicios a sobrevivientes de violencia de género, agresión sexual y acecho. Cuentan con servicios de orientación, coordinación de servicios y referidos, intercesoría legal e intervención de crisis.
787-202-4634 / 787.263.6473 / 787.263.8980
24 HORAS — 939.255.9800 / 787.202.4634 - Red de Albergues de Violencia Doméstica de Puerto Rico, Inc. — La red continuará ofreciendo sus servicios como de costumbre en los siguientes espacios:
- Hogar Ruth — 787.883.1805 / 787.883.1884 / 787.792.6596
- Hogar la Piedad — 787.745.0750 / 787.746.0535 / 787.258.5162
- La Casa de Todos — 787.734.5511 / 787.734.3132 / 787.561.3678
- Casa de la Bondad — 787.852.7265 / 787.852.2087
- Casa Protegida Para Mujeres y Niños — 787.879.3300 / 787.880.2273 / 787.831.2272 / 24 HORAS — 787.597.2607
- Casa Protegida Julia de Burgos (San Juan) — 787.723.3500
- Casa Protegida Julia de Burgos (Ponce) — 787.284.4303
- Casa Protegida Julia de Burgos (Aguadilla) —787.891.2031
- Casa Protegida Julia de Burgos (24HORAS) — 787.548.5290 / 787.548.0415
- Taller Salud —Si estás pasando por una situación de violencia doméstica, violencia sexual y/o acecho durante el toque de queda por el coronavirus y eres residente de Loíza, Río Grande, Fajardo, Luquillo, Carolina o Canóvanas, puedes comunicarte al 787.697.1120.
- Rama Judicial —Si usted o alguien conoce, necesita solicitar una orden de protección ante una situación de violencia de genero, puede acudir a la Sala de Investigaciones del Tribunal de Primera Instancia que ubique en su región o al cuartel de la Policía más cercano a su residencia. Desde allí, se comunicarán con un juez o jueza para que atienda su situación. *Recuerde que aunque los Tribunales estén bajos operación especial, se activa un sistema de jueces y juezas de turno a través de toda la isla para atender situaciones de emergencia*. Más información: www.ramajudicial.pr
- Casa Pensamiento de Mujer del Centro —Para consulta u orientación, llame al: 787.686-2000 (Guayama) y 787.735.6698 (Aibonito).
- Oficina de la Procuradora de las Mujeres —Orientación confidencial: 787.722.2977
(Información de ayuda recopilada por la periodista Némesis Mora)