Ilustración por Michelle Dersdepanian
“Le cantó el gallo”. “Se convirtió en señorita”. “Le bajó la regla”. Las frases para describir la menarquía, esa primera menstruación, son muchas y varían por área geográfica. Reflejan cómo esta experiencia se ha construido socialmente a partir de dudas, mitos, miedo, asco y hasta vergüenza.
“Es un proceso que muchas personas tienden a vivenciar desde el desconocimiento [y] eso tiene que ver con nuestro sistema de valores sexual, cómo vamos reprimiendo esa sexualidad con poca información o con una información que lo que nos invita es a vivirla con vergüenza, con miedo y con culpa”, explicó la educadora y sexóloga transfeminista Karla Ferrer Arévalo.
La fundadora y gestora de WetJustice, proyecto de educación sexual integral, indicó que estos procesos son naturales, así que no se debe sentir vergüenza. No obstante, para derribar todos esos aprendizajes socioculturales que inciden en la autopercepción de las personas menstruantes, es necesario desaprender desde el acompañamiento.
Junto a la bibliotecaria y escritora Yomarilly Meléndez Meléndez, Ferrer Arévalo impartirá, el sábado 23 de abril, la primera edición del taller teórico-vivencial Luna nueva, que busca revisitar la menarquía para encaminar el empoderamiento menstrual.
En el taller, que se llevará a cabo en La Comuna en Río Piedras, se reconocerá la diversidad de los cuerpos menstruantes y no se aludirá a la “normalidad” o a los ciclos “regulares”, pues las facilitadoras entienden que esos términos solo perpetúan que las personas menstruantes sientan que tienen problemas individuales.
“No solo es repensar este proceso, sino también resignificarlo. Sosteniéndonos y creando ese acompañamiento, que a la vez crea comunidad, produce sanación, a nivel interno y a nivel comunitario de ese momento vital”, opinó Meléndez Meléndez.
El discurso cultural sobre la menstruación se imparte a través de la educación sexual informal que muchas personas menstruantes reciben a través de sus comunidades, en su familia o en los medios de comunicación.
“La menstruación se ve como algo sucio, que hay que esconder, que es un contratiempo, que es una enfermedad y sucesivamente. Hay mucho trabajo, todavía, que hacer en relación con la menstruación porque continúa siendo un tabú”, sostuvo Ferrer Arévalo, quien añadió que este proceso no está necesariamente estigmatizado en todas las sociedades.
El taller servirá como punto de partida para resignificar el aspecto simbólico de la menarquía y la menstruación desde lo cognitivo, psicomotriz y actitudinal.
Las gestoras entienden que no se pueden quedar en el discurso, de remover un adoctrinamiento y reemplazarlo por otro, sino que el nuevo conocimiento debe atravesar los cuerpos y vivencias para promover un verdadero cambio.
La actividad está dirigida a mayores de 16 años que menstrúan, que aún no han menstruado o que dejaron de menstruar. Las, les y los participantes, aparte de la experiencia del taller, se llevarán material complementario para continuar sus respectivos procesos de sanación y resignificación.
Acercamiento liberador de la poesía
… «yo que miraba maravillada la sangre fresca que se escapaba gritándome brillante: ¡ya eres, ya serás! […] había cantado el gallo su primicia. La tribu esperaba impaciente las nuevas señales». -Angelamaría Dávila
Las letras de la escritora afroboricua Angelamaría Dávila guiarán el proceso de creación poética que dirigirá Meléndez Meléndez en el taller Luna nueva.
La escritora dijo que, como seres colonizados, se puede llegar a pensar que se carece de creatividad. Sin embargo, entiende que, desde diversos escenarios, todas las personas crean diariamente.
“Cuando tú ves la poesía desde la imágen poética, desde lo poético que hay en todo, se hace más fácil que pensar que si esto no rima con esto, no es poesía. La poesía va más allá de lo estético. La esencia de la poesía se basa en el sentimiento que eres capaz de transmitir”, puntualizó la también bibliotecaria.
Para Ferrer Arévalo, la poesía, que siempre ha representado libertad, debe ser como el pan, accesible para todas las personas.
“Vamos a descolonizar cuerpos, vamos a descolonizar pensamientos y vamos a descolonizar poesía también”, subrayó.
Esperan salir del área metropolitana
Aunque esta primera edición de Luna nueva será en Río Piedras, esperan salir del espacio metropolitano, en las próximas ediciones, para llevar estos conocimientos y experiencias a todo el archipiélago.
Además, próximamente, harán una versión adaptada a la virtualidad para que personas dentro y fuera de Puerto Rico puedan acceder al taller.
Para lograrlo, están haciendo acercamientos a organizaciones para que apoyen la sostenibilidad del proyecto, pues reconocen las largas horas de trabajo que han puesto en su desarrollo.
“Es un trabajo desde y para nosotras también porque crecemos con estas experiencias, pero es un trabajo para la comunidad y para las personas”, comunicó Ferrer Arévalo.
Para esta primera edición, hay tres becas disponibles que cubrirán parcialmente el costo del taller. Se pueden solicitar, hasta el miércoles 20 de abril, a través del enlace del registro regular. El jueves, se notificará a las personas que fueron escogidas. Las gestoras, además, hicieron disponibles sus correos electrónicos (wetjustice.esi@gmail.com y yomarilly.melendez@outlook.com) para dialogar cualquier asunto referente al taller.
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