(Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes)
Las aspiraciones a escaños públicos en nuestro archipiélago parecen aumentar con cada cuatrienio. Esto, a grandes rasgos me parece positivo, pues me gusta creer que de alguna forma abona y promueve el fin del bipartidismo que nos ha perseguido por más de sesenta años.
La papeleta estatal de este año cuenta con cinco candidatos y una candidata a la gobernación. Algunxs de ellxs han participado de todos los diversos foros y debates que han abarcado temas muy diversos, que van desde la seguridad pública, la educación, la salud, la pobreza infantil y juvenil, la Universidad de Puerto Rico, las mujeres, las personas LGBTTQI+ hasta la infraestructura y el medioambiente.
Sin embargo, creo que es importante señalar que quien gane el 3 de noviembre heredará un país con un colapso gubernamental sistémico. Las instituciones públicas andan en una crisis total que vemos evidenciada en la precariedad de los servicios que recibimos a diario.