(Ilustración por Nazareth Dos Santos)
(Texto por Larissa Pagán)
La revolución sexual explotó en los años sesenta, a la par con la revuelta feminista. Se llenaban las calles y los medios de grandes protestas masivas, exigiendo una nueva mirada hacia el sexo, en la que pudiéramos sentirnos libres para explorar nuestra sexualidad, orientaciones sexuales y cuerpos. Se aprobó el uso de la píldora anticonceptiva, comenzó la lucha para normalizar los vibradores y el placer, surgieron talleres alternativos para el autodescubrimiento, llegó la pornografía “moderna” (que es la que conocemos hoy en día), y se reconoció el derecho al aborto en algunos países, entre muchos otros avances más. Sin duda, estos sucesos marcaron un antes y un después en nuestra sociedad, al iniciarse un camino con una actitud más abierta, sana y diversa hacia la sexualidad.