(Imagen por Nazareth Dos Santos)
(Texto por Larissa Pagán)
La educación sexual es un derecho y una demanda social.
Es sumamente importante conocer nuestros cuerpos, saber cuidarlo y estar al tanto de todo lo que puede ofrecernos.
Con esta guía, queremos crear conciencia de la importancia de recibir una buena educación sexual integral, con perspectiva de género como base.
Porque, para nosotras, la educación sexual será inclusiva, o no será.
¿Qué es la Educación Sexual Integral?
Según la UNESCO, “la educación integral en sexualidad es un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en planes de estudios que versan sobre los aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la sexualidad. Su propósito es dotar a niñxs y jóvenes de conocimientos basados en datos empíricos, habilidades, actitudes y valores que lxs empoderan para disfrutar de salud, bienestar y dignidad; entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto; analizar cómo sus decisiones afectan a su propio bienestar y el de otras personas; y comprender cómo proteger sus derechos a lo largo de su vida y velar por ellos”.
¿Qué temas toca la ESI?
Una educación sexual integral, según la describe Planned Parenthood, se basa en programas que, desde preescolar hasta los últimos años escolares obligatorios de la adolescencia, cubren una amplia gama de temas relacionados con:
- El desarrollo humano. Reproducción, pubertad, orientación sexual e identidad de género.
- Relaciones. Familias, amistades, noviazgo, relaciones amorosas y distintas etapas.
- Herramientas personales. Comunicación, negociación y toma de decisiones.
- Comportamiento sexual. Desde la abstinencia hasta las sexualidades diversas a lo largo de la vida.
- Sociedad y cultura. Roles de género, diversidad y sexualidad en los medios.
- Salud sexual. Infecciones de trasmisión sexual, enfermedades, anticonceptivos y embarazo.
En otras palabras, la educación sexual va muuuuucho más allá de relaciones sexuales, infecciones de transmisión sexual o embarazos.
Somos seres complejos, afectivos y con deseos, y la sexualidad nos atraviesa de diversas maneras y a diferentes niveles.
Educarnos desde temprana edad sobre nuestra sexualidad nos provee diversión consciente, la posibilidad de tener una relación más sana con nosotrxs mismxs y el conocimiento para entablar relaciones seguras.
Recibir una buena educación sexual integral significa que sabremos identificar las relaciones tóxicas que repiten patrones machistas para comenzar relaciones saludables basadas en el consentimiento y el respeto mutuo.
Friendly Reminder
La educación sexual integral va más allá del sexo en pareja, ya que dentro de la sexualidad se interseccionan muchísimos otros factores importantes como fantasías, placeres individuales y en colectivo, orientaciones sexuales y relacionales diversas, reproductividad, comunicación en el espacio privado y en el público, autoestima o el amor propio son solo el comienzo de una lista infinita de factores que nos conforman como personas.
¿En qué nos ayuda tener una buena educación sexual?
- A estar más segurxs de nosotrxs mismxs.
- Nos ayuda a tener relaciones afectivas, amorosas y/o sexuales más saludables.
- Practicaremos sexo seguro, placentero y consentido.
- Tendremos más confianza en el ámbito laboral y en el espacio público.
- Nos ayuda a eliminar prejuicios y tabúes y abrazar nuestra diversidad sexual y la del resto.
- Sabremos la importancia de saber decir “no”, y saber aceptar y respetar un “no”.
- La comunicación será más efectiva y clara.
- Nos ayudará a dejar la vergüenza a un lado para disfrutar y gozar.
Ahora que sabes todos los increíbles beneficios de la educación sexual integral, te estarás preguntando por qué hay gente en contra de impartir esta materia.
La respuesta es sencilla, porque vivimos en una sociedad machista gobernada por el estado y la iglesia, que criminalizan la educación sexual con “argumentos” de pecado y prejuicios retrógrados que distorsionan su significado.
La educación sexual no es un peligro. Todo lo contrario, el peligro es la desinformación.
No pararemos de luchar para difundir una educación sexual integral que llegue desde las redes sociales a los centros educativos y hasta los espacios privados de todas las personas.
La información es un derecho que merecemos desde temprana edad.
Puedes comenzar a naturalizar la sexualidad hablando de estos temas con normalidad, para quitarle el peso y el estigma que la sociedad machista quiere imponerle.
Como comunidad, votemos por partidos que, con candidatas y candidatos en su agenda política, velen por la igualdad y luchen por una educación con perspectiva de género.
Esta y todas las guías de Sola Me Gusto las creamos con la intención de educar y exponer temas basados en el amor propio, el autodescubrimiento, el placer y la sexualidad, con el objetivo de aprender unas de otras, crear una comunidad sorora y difundir la información que nos han ocultado durante años.
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¡Porque solas nos gustamos, y juntas luchamos!
#solamegusto
#juntasnoseducamos