Siempre supo que quería estudiar arte. Nunca se lo cuestionó, y sus padres no tuvieron de otra. No se veía haciendo otra cosa.
“Esta pasión la traigo conmigo de otras vidas”, dijo con los ojos brillosos y una gran sonrisa la artista Anaida Hernández, quien ostenta más de tres décadas de experiencia.
Hernández es una de las pioneras en abordar el tema de violencia doméstica en el arte contemporáneo latino y caribeño con su obra Hasta que la muerte nos separe.