Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes
La necesidad de información precisa, alimentos, ropa, productos para niños y niñas, así como auxilio ante múltiples situaciones de riesgo inminente han sido la constante en las llamadas a las líneas de ayuda de los albergues para sobrevivientes de violencia doméstica durante los primeros días tras el paso del huracán Fiona por Puerto Rico.