Foto del archivo de Ana María Abruña Reyes
En abril, el casco urbano de Río Piedras ocupaba los medios por la gesta de un padre que arrestó civilmente al hombre que su hija identificó como su agresor sexual. El padre entrevistado por los medios del país reconoció el esfuerzo de la comunidad para que la intervención fuese posible. Es que, cuando la gente observó al agresor en un establecimiento, no llamó a la Policía; lo llamó a él.
“En un esfuerzo de la comunidad, ayer por la tarde se comunican conmigo (y me dicen) que se encontraba en un local de la Avenida Universidad… y hasta allí llegué”, relató el padre de la joven a Telenoticias el 6 de abril de 2025, quien luego del arresto civil delegó la situación a la Policía.
El hombre denunció que la semana anterior también surgieron alertas de agresión sexual en Río Piedras y que logró identificar su foto porque el sujeto agredió a otra fémina en la calle César González en Hato Rey luego del incidente de su hija.
Las estadísticas de violencia sexual en Puerto Rico revelan un aumento de 86% entre 2020 y 2024, de acuerdo con las cifras de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres. En cuanto al municipio de San Juan, específicamente, ese aumento ha sido de 171%.
No obstante, el tema de violencia sexual pareciera no ser una prioridad para las autoridades locales. Un reportaje de la Unidad Investigativa de Género reveló el año pasado que solo 9% de los casos de violencia sexual que llegaron al Tribunal de Primera Instancia entre 2021 y 2022, en Puerto Rico, se resolvieron.
Asimismo, investigaciones académicas sobre el tema señalan que las iniciativas gubernamentales para atender la crisis de violencia sexual en el país han sido históricamente insuficientes y perpetúan los patrones patriarcales que son la raíz del problema. Además, reconocen que no todas las personas reportan los incidentes.
Crisis de fondos en centros de atención
En un intento por educar y a la vez atender la crisis de violencia sexual, el equipo del Centro Salud Justicia de Puerto Rico (CSJ) envió —hace cuatro años— cartas y comunicados a los 78 municipios, a cambio de recibir fondos para la continuidad de sus operaciones.
A cada municipio se le enviaron estadísticas con la cantidad de casos de agresiones sexuales y el número de ofensores sexuales en ese pueblo. El propósito era promover talleres, actividades y recursos educativos en cada pueblo a cambio de que el municipio apoyara financieramente la iniciativa que llamaron Tu alcalde se ocupa. Solo tres de esos municipios respondieron: Gurabo, Camuy y Bayamón. Del resto, no supieron nada.
“Todavía no se entiende bien la magnitud del alcance del problema de violencia sexual”, denunció la doctora Linda Laras, directora de CSJ, en una entrevista telefónica con Todas.
El CSJ atiende a víctimas de violencia sexual, especialmente a menores, de todo Puerto Rico y han recibido casos de Estados Unidos y Europa. Los municipios de Caguas, San Juan, Carolina, Bayamón y Cidra ocupan los primeros lugares de personas que llegan a recibir atención.
Aunque el programa Tu alcalde se ocupa continúa abierto, no ha podido dársele continuidad por falta de fondos y profesionales. De hecho, en tan solo un año y medio, el CSJ ha perdido la mitad de su personal.
“Es difícil de año en año y, al reducir la cantidad de fondos, yo voy perdiendo mis peritos”, resaltó Laras que continúa a la espera de la implementación de la Ley Habilitadora de los Centros para la Protección, Investigación, Tratamiento e Intervención, que promovería fondos para su subsistencia.
La iniciativa sobrevive a base de donaciones y subvenciones y, aunque el año pasado se les reconoció por primera vez como Centro para la Protección, Investigación, Tratamiento e Intervención, todavía no se le han asignado fondos como propone la ley.
Mientras tanto, la ginecóloga Laras atiende a los pacientes personalmente. Ya no posee médicos ni profesionales de psicología para brindar servicios en el centro, aunque cuenta con enfermeras y profesionales del trabajo social.
“Estoy haciendo todo lo posible para dar el servicio… Creo en el sistema, pero hay que establecer prioridades y mi prioridad son las víctimas. Yo sé que la luz (el sistema eléctrico) es una gran prioridad, pero cuando no hay luz, hay más víctimas”, expresó la ginecóloga para luego destacar que está refiriendo a otras organizaciones comunitarias aquellas víctimas que no puede atender.
Sin embargo, aseguró que los constantes referidos sobrecargan a las demás organizaciones.
Priorizar estrategias comunitarias de prevención
En abril se conmemoró el Mes de Prevención y Concienciación sobre la Violencia Sexual en
Puerto Rico. Ese mismo mes, la Colectiva Feminista en Construcción denunció un alza en la información que reciben de agresiones sexuales aledañas al casco urbano de Río Piedras.
“Consideramos importante informar el alza reciente en este tipo de violencia, no para causar miedo ni pánico, sino para que quienes vivimos, estudiamos, trabajamos o frecuentamos estas áreas estemos más atentos a posibles situaciones y podamos pensar en planes de acción colectivos”, manifestó el proyecto feminista y antirracista en sus redes sociales. “Si no nos cuida el Estado, lo que nos queda es cuidarnos entre nosotrxs”, añadieron.
En Río Piedras, precisamente, se encuentra uno de los recintos principales de la Universidad de Puerto Rico. Desde allí, un grupo de estudiantes y profesionales, por medio de SIEMPRE VIVAS Metro, reconocen la importancia de promover espacios seguros para estudiantes y personas externas, especialmente ante la violencia sexual a la que se enfrenta la comunidad.
Desde hace más de 25 años operan en Mayagüez y, en 2019, comenzaron su labor en Río Piedras con la esperanza de acompañar ante situaciones de violencia de género y prevenirlas.
“En SIEMPRE VIVAS, tanto en Mayagüez como en Río Piedras, trabajamos desde el reconocimiento de que el acompañamiento es bien poderoso cuando es colectivo… Pero también acompañamos a nivel individual a víctimas y sobrevivientes. Llega un momento en el que tú dices que son tantas y tantas y tantas las personas que sobreviven que la conversación del acompañamiento es importante tenerla y continuarla, pero también necesitamos pensar en prevención”, resaltó Elithet Silva Martínez, directora de la iniciativa en Río Piedras.
Desde entonces, tienen profesionales para atender a las víctimas y sobrevivientes, pero también coordinan iniciativas por medio de las artes tales como: un proyecto de prevención por medio de la bomba puertorriqueña y obras de teatro para la niñez con temas como el consentimiento. Este año, también realizaron un certamen y exposición de arte y poesía en torno a la prevención de la violencia sexual.
Un fragmento de Sueño un mundo (feminista), de Amanda S. Rodríguez Mojica, uno de los poemas expuestos en el Museo de Historia, Antropología y Arte leía de la siguiente manera:
“Sueño un mundo donde nosotras seamos libres.
Donde caminar por la calle sola no sea un pesar y donde mirar atrás no te cause tanta ansiedad.
Sueño un mundo donde estar vivas no sea un milagro, donde mi madre duerma tranquila sin el pesar de que el machismo me ha asesinado”.
Para Silva Martínez, el uso de las artes permite reconocer respuestas a la violencia desde la interioridad de las personas. “Mucha gente responde cuando algo le hace eco, así que el uso de las artes ha sido vital para atender la prevención de la violencia de género”, añadió.
No obstante, la trabajadora social reconoció que los recursos son limitados para atender la violencia de forma profunda. “Yo diría que faltan más manos, faltan más recursos, falta quizás también la voluntad de sumarnos, la voluntad de juntarnos aunque no siempre pensemos igual”, expresó mientras reconocía que un programa de becas para víctimas ayudaría a proporcionar un ambiente más seguro para estas.
Silva Martínez reconoció que, en muchas ocasiones, la falta de fondos y recursos interrumpen los proyectos que atañen específicamente la violencia sexual en el país, pero destacó que SIEMPRE VIVAS ha logrado persistir a pesar de esta tradición.
Por su parte, el padre de la joven agredida sexualmente en Río Piedras reconoció, en los medios de comunicación, que la comunidad fue crucial para lograr el arresto civil del agresor. “La comunidad se tiene que unir. Este fue un esfuerzo de la comunidad. Logramos sacar de circulación, por lo menos por ahora, a este tipo de sujeto que estaba afectando a las muchachas del área y fue la comunidad como tal”.
Todas intentó comunicarse con el Comisionado de la Policía Municipal de San Juan para conocer sus estrategias de prevención de violencia sexual, pero no tuvo éxito.
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Si usted o algún ser querido es víctima de violencia sexual o de género, existen recursos disponibles:
Línea de orientación y ayuda del Centro de Salud Justicia (787) 337-3737
Tu paz cuenta, de Taller Salud (787) 697-1120
Línea del Municipio de San Juan (939) CONTIGO / (939) 266-8446
Línea de Ayuda de Proyecto Matria: (787) 489-0022
Todas las líneas operan las 24 horas, los siete días de la semana.