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Mensaje de las mujeres palestinas de Gaza: “No hay lucha feminista sin Gaza”

Marcha Coalición 8 de marzo

Foto por Ana María Abruña Reyes

Se cumplen cinco meses del actual asalto genocida a la Franja de Gaza, 76 años de colonialismo y limpieza étnica en Palestina; y aún las masacres en Gaza perpetradas por la maquinaria asesina sionista no han cesado sin escatimar esfuerzos para cortar todas las vías de subsistencia de los palestinos en Gaza, asediados por el estado de Israel y sus aliados cómplices desde hace 17 años.

Desamparados frente a los horrores del exterminio y la desposesión colonial, los palestinos en Gaza están sufriendo un ataque sistemático contra toda forma de vida. Vidas palestinas, hospitales, escuelas y la ya dilapidada infraestructura de la Franja han sido objeto de bárbaros ataques sionistas mientras el mundo entero ve las transmisiones en vivo de las caídas de bombas de miles de toneladas financiadas con el dinero de contribuyentes de Estados Unidos. 

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, afirmamos que la máquina asesina sionista no distingue entre hombres y mujeres, adultos y niños. Se basa en la supresión y se ve amenazada por la mera existencia de los palestinos, especialmente los de Gaza, cuyos cuerpos son lugares de resistencia contra décadas de ataques israelíes y la continua confiscación colonial de tierras. 

Hoy, estamos aquí por las mujeres y los hombres de Gaza, por los niños y los jóvenes de Gaza, por nuestras abuelas y nuestros abuelos, custodios de nuestra historia y nuestra memoria, y por todos aquellos que han hecho de Gaza una cuna popular por su valiente resistencia. Defendemos los ladrillos, el mar, las calles, los árboles. Defendemos los recuerdos del pasado y las esperanzas de futuro que hacen de Gaza nuestro hogar.

Casi todos los días, vemos mujeres que dan a luz sin anestesia, madres asesinadas con bebés neonatos, niños que han perdido a toda su familia, hombres que buscan a sus seres queridos bajo los escombros con sus propias manos y médicos obligados a amputar miembros a sus propios hijos sobre una mesa en una casa rodeada de tanques y francotiradores israelíes, carentes de cualquier equipo médico. Cientos de miles de nuestra gente en la parte norte de la Franja están sitiados, enfrentándose a una política sistemática de inanición como herramienta de la guerra genocida emprendida por la entidad sionista, con el objetivo de quebrar la resistencia de un pueblo oprimido y orgulloso. En cuanto a nuestros mayores que sobrevivieron a la Nakba de 1948, se encuentran de nuevo bajo una brutal campaña de matanzas y desplazamientos forzosos.

Nosotras, las mujeres de Gaza, nos negamos a que se utilicen los ideales feministas como arma al servicio de agendas coloniales y para justificar un ataque genocida. Rechazamos categóricamente la retórica explotadora del feminismo imperial que utiliza la violencia social a la que están sometidas las mujeres palestinas para encubrir las violaciones israelíes y la brutalización de los cuerpos de las mujeres y hombres palestinos. Rechazamos la instrumentalización del sufrimiento de las mujeres palestinas dentro de las estructuras patriarcales de su sociedad para vilipendiar y deshumanizar aún más a los hombres palestinos. Desde el inicio del genocidio, hemos visto cómo los principales medios de comunicación y los grupos autoproclamados feministas se apresuran a adoptar la propaganda sionista para demonizar la resistencia palestina y legitimar nuestro exterminio. Mientras los soldados sionistas violan los espacios más íntimos de las mujeres palestinas, estos mismos grupos permanecen en silencio… y son cómplices. 

En una muestra flagrante de misoginia colonial, los soldados israelíes han estado exhibiendo vídeos de ellos mismos hurgando y exhibiendo la lencería de mujeres palestinas desplazadas por la fuerza entre otros actos violentos. Como parte integrante del aparato colonial, la violencia sexual contra las mujeres palestinas se pasa por alto. Los testimonios de violaciones, agresiones sexuales y torturas brutales que han sufrido las mujeres secuestradas en la Franja de Gaza bajo detención israelí no han suscitado el reconocimiento ni la solidaridad de las instituciones feministas liberales. 

Exigimos una acción inmediata para luchar contra todas las estructuras opresivas que permiten estos crímenes brutales. Ningún genocidio es feminista, aunque las soldados israelíes que se hacen selfies sobre los escombros de nuestras casas destruidas intenten decirnos lo contrario. 

No nos cabe duda de que los vídeos exhibidos por los soldados de ocupación en las redes sociales, celebrados con fanfarria, reflejan una mentalidad colonial en la que la violencia sexual es parte integral de su estructura, su función y sus prácticas. Hemos visto que grupos e instituciones permanecen impasibles, no se conmueven ante los testimonios de violación y tortura brutal que han sufrido las mujeres detenidas de la Franja de Gaza. 

No reconocen que el acoso sexual, las amenazas de violar a las familias de estas detenidas, soltar perros contra ellas, desnudarlas y privarlas de alimentos y de acceso a los baños son delitos que exigen una acción urgente a la altura de la gravedad de esta brutalidad. Por lo tanto, no creemos que todas las mujeres estén en la misma trinchera por el mero hecho de ser mujeres. Aquellas que están en posiciones de hacer bombas y tomar decisiones no pertenecen a nuestra lucha feminista y anticolonial; más bien, su feminismo sólo puede ser visto como una extensión de la clase dominante, impulsado únicamente para el servicio de sus intereses compartidos.

Hoy, también afirmamos nuestro rechazo a la deshumanización de los hombres palestinos etiquetándolos como intrínsecamente violentos y salvajes. Hemos visto cómo estas representaciones orientalistas de hombres morenos intrínsecamente violentos y mujeres morenas indefensas y pasivas se han utilizado como pretexto para la invasión y la conquista, como se ha visto en Afganistán e Irak. Las luchas feministas y anticoloniales en Palestina están entrelazadas, y rechazamos el secuestro de nuestro movimiento para ponerlo al servicio de la propaganda sionista. 

Nos negamos a reducir la tragedia a meros números contados de una manera superficial que nos resta humanidad. Sobre todo porque estas cifras carecen de exactitud a la luz de los testimonios de las personas que se encuentran en Gaza en relación con los miles de desaparecidos, los que fueron enterrados apresuradamente y otros que permanecen bajo los escombros sin documentar. Las plazas, aceras, escuelas y hospitales de Gaza se han convertido en fosas comunes. Si tuviéramos que narrar el sufrimiento diario de nuestro pueblo en esta guerra genocida, necesitaríamos discursos interminables y tiempo infinito. De hecho, no bastaría años de esfuerzo para recopilar un archivo del sufrimiento de nuestro pueblo. El llanto de la madre de Hind no es más que una gota en el océano del llanto de las madres de Gaza, y el último adiós del abuelo de Rima a su «alma del alma» no es más que un atisbo de otras despedidas sangrientas que no se muestran en las pantallas y de las que ustedes no son testigos.

Nos duele que los exterminados se vean obligados a apuntar sus cámaras y fotografiar los cuerpos de sus seres queridos en momentos de despedida y dolor. Momentos que deberían ser sagrados han sido profanados, para ustedes. Los documentan para demostrar que todo esto está ocurriendo de verdad, convirtiendo sus imágenes en meras mercancías que  se intercambian entre ustedes como usuarios de plataformas de redes sociales. Se ha violado la santidad de la despedida, y a quienes han perdido a sus seres queridos se les ha privado del derecho a guardar luto y a honrar sus cuerpos con el entierro, si el cadáver fue encontrado.

Rechazamos la romantización de los palestinos que sufren bajo el genocidio, donde en Gaza no les queda más remedio que intentar sobrevivir. El mundo entero ha visto a mujeres médicas arriesgando sus vidas para salvar a los heridos; a mujeres recogiendo leña para cocinar alimentos para sus familias en medio del continuo bloqueo de gas por parte de la ocupación; a mujeres desplazadas horneando pan en tiendas temporales, y a nuestras madres del norte haciendo pan con comida de animal en medio de la escasez de ayuda y la farsa de los envíos de ayuda; que no son más que una trampa que conduce a nuestro pueblo a una muerte inevitable. Han visto a mujeres fabricando pañales en medio de una grave escasez de suministros, y a mujeres palestinas ofreciéndose voluntarias para dar clases a niños desplazados tras el ataque sistemático de la ocupación contra las escuelas y la educación en Gaza. Esto no debería suscitar su admiración, sino más bien vergüenza. La vergüenza del fracaso de todos para poner fin a este sufrimiento; la vergüenza de la complicidad en el genocidio de nuestro pueblo, y la vergüenza de obligar a nuestras mujeres a soportar el tormento en aras de la supervivencia.

En nuestra lucha continua por la liberación y nuestro derecho a la autodeterminación, somos plenamente conscientes de que nuestros destinos están entrelazados con nuestras hermanas y hermanos oprimidos en la lucha mundial, desde Sudán y el Congo, Haití y Tigray, Cachemira y el Sáhara Occidental, hasta Siria, Yemen, Afganistán e Irak. Esto es en oposición a los regímenes capitalistas, imperialistas y coloniales y a su brutalidad, y a sus intentos de instaurar, normalizar y financiar el salvajismo sionista, con el objetivo de convertir Gaza en una lección para todos los desdichados de la tierra que han elegido el camino de la resistencia. 

Debemos reconocer hoy que poderes coloniales no dejará de cobrar más vidas, tanto fuera como dentro de Palestina, a menos que actuemos inmediatamente y por todos los medios disponibles para detener el genocidio y levantar el asedio, con el objetivo de desmantelar el proyecto colonial en la región. Como hemos afirmado antes, lo reiteramos: nuestros destinos están entrelazados.

Con urgencia, se debe movilizar  fuerzas revolucionarias y solidarias e intensificar el trabajo para:

  • Un alto al fuego inmediato e incondicional.
  • El levantamiento del asedio/bloqueo a la Franja de Gaza y la apertura permanente e incondicional del paso fronterizo de Rafah, ya que es el único paso para la circulación de personas.
  • Poner fin al comercio bélico de seres humanos, que implica el pago de cantidades absurdas a una empresa privada de traficantes de sangre afiliada al régimen egipcio que asedia la Franja desde hace años.
  • El retorno inmediato a sus hogares de las personas desplazadas por la fuerza y el desplazamiento.
  • La liberación inmediata de todos los detenidos que fueron secuestrados en la Franja de Gaza.
  • El corte de los suministros a la entidad sionista, especialmente de armas, suministros y mercancías.
  • Responsabilizar a todos los implicados en la guerra genocida, incluidos políticos, plataformas mediáticas, instituciones de ayuda y organizaciones internacionales.
  • Rechazar la imposición de soluciones políticas en medio del fuego del asalto genocida contra la Franja de Gaza y su pueblo, y afirmar que entablar tales discusiones constituye un crimen contra nosotros que sirve sólo a los objetivos de los agresores.

Gloria a la resistencia de pueblo oprimidos. Viva nuestra lucha internacional. Abajo los regímenes colonizadores y tiránicos. Abajo las cárceles. Abajo las fronteras. Abajo el capitalismo. Abajo el imperialismo.

Nadie es libre hasta que todos seamos libres

Sin Gaza no hay futuro

No hay lucha feminista sin Gaza

 

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