Columnas
Mi dignidad vale más que tu comodidad
¿Cuántas veces nos hemos aguantado un grito, una queja o una molestia por no “molestar”? ¿Por qué insistimos en asegurar la comodidad del status quo mientras
¿Cuántas veces nos hemos aguantado un grito, una queja o una molestia por no “molestar”? ¿Por qué insistimos en asegurar la comodidad del status quo mientras