domingo, 18 de abril de 2021
A Lola Rodríguez:
Sangermeña, la semana pasada estuve en su pueblo y descubrí dos versos de La borinqueña que me viraron el mundo al revés: “Las mujeres indómitas / también sabrán luchar”. Fue un descubrimiento agridulce, no se lo voy a negar. Toda una vida cantando el himno revolucionario, dando por sentado lo que me enseñaron, y nunca nadie —ningún maestro, ningún líder independentista, ningún familiar, ningún texto leído— resaltó esa undécima estrofa de su poema a la libertad con el que convoca directamente a las mujeres a dar la batalla contra el imperio español. No sé si pueda explicar en esta carta el nivel de coraje que sentí. Hoy, que ya han pasado siete días —y un doloroso asunto de empobrecida salud pública domina nuestro país y mi mente—, le puedo decir que aquel hallazgo solo lo puedo resumir utilizando otra canción: Entre el espanto y la ternura.