Foto del archivo de Nahira Montcourt
En solo treinta días, 12 mujeres fueron víctimas de feminicidio directo e indirecto en Puerto Rico, según el reciente informe del Observatorio de Equidad de Género (OEG). Ocho de ellas murieron por armas de fuego, mientras que cuatro casos permanecen bajo investigación. A esta violencia se suman el dolor de una madre herida al intentar proteger a su hija, quien fue víctima de feminicidio, y el trauma de un hijo que resultó herido tras presenciar el feminicidio de su madre.
En lo que va de año, el OEG ha documentado 29 feminicidios, de los cuales diez fueron íntimos. El 90% de estos crímenes fueron perpetrados con armas de fuego y, en la mitad de los casos, los agresores se suicidaron después de cometer el acto. Al menos 16 de las mujeres asesinadas eran madres. Dejaron atrás a 33 hijos e hijas, 20 de ellos menores de edad.
“Cada una de estas cifras representa una vida interrumpida, una familia fracturada, una comunidad herida”, expresó en comunicado de prensa Stephanie Figueroa Figueroa, directora del OEG. “Hoy recordamos a Carmen, Linda, Ramona, Krystal, Agnes, Jaqueline, Mildred y Franchesca. Sus nombres no se olvidan. Sus vidas eran importantes. Sus muertes no pueden ser normalizadas. Esta es una crisis de salud pública, una emergencia nacional, y exigimos acción inmediata”, agregó Figueroa Figueroa, quien exigió se implementen políticas urgentes y recursos sostenidos para atender esta emergencia.
La directora de la OEG dijo que hay que tener “voluntad institucional” para frenar esta violencia que sigue cobrando vidas valiosas. “La violencia de género es una emergencia de país y necesitamos que cada voz cuente en esta lucha”, afirmó.
El OEG reportó, además, que en lo que va de 2025 se han registrado 66 intentos de feminicidio y que 29 mujeres y menores siguen desaparecidas.
¿Hasta cuándo?
Este mes de julio, en tanto, comenzó con el feminicidio de Keitshalys Rodríguez Figueroa, una joven de 18 años, que era el reflejo de toda una generación de jóvenes con sueños por cumplir. “Perder a una joven que apenas despuntaba la adultez no es solo una tragedia individual, es el recordatorio brutal de un Estado que nos abandona en el umbral de la vida. Mientras un hombre de 20 años le arrebataba la voz con un disparo y luego se quitaba la suya, el resto de nosotras quedamos hirviendo de impotencia: ¿hasta cuándo permitiremos que las calles, las escuelas y nuestras casas no sean un espacio seguro para las mujeres y adolescentes?”, escribió el OEG en su página de Facebook.
La organización exigió, una vez más, que el Estado deje de contabilizar cifras y “empiece a protegernos de verdad, desplegando protocolos eficaces, profesionales capacitados en perspectiva de género y organizaciones con recursos reales. Que en cada escuela se enseñe a desmontar los roles rígidos de género, a hablar de consentimiento, a nombrar y vivir la equidad desde la infancia”.
Si tú o alguna persona conocida está en situación de violencia, llama a la Línea de ayuda (787) 489-0022. Mira más recursos de ayuda aquí.