Fotos de la página oficial de AmeriCup 2025
SANTIAGO — En la tercera fecha de la edición 2025 del torneo AmeriCup de baloncesto femenino que se celebra en Santiago de Chile, se enfrentaron dos de los equipos favoritos para subirse al podio y reclamar la gloria deportiva de América. En el tabloncillo de una de las canchas ubicadas a pasos del emblemático Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos, las representaciones nacionales de Brasil y Canadá disputaban el partido que probablemente decidiría el puntero de su grupo. Pero, más allá de ver dos quintetos luchar por tratar de conservar un récord invicto en este torneo invernal, también llamaba la atención lo que ocurría en los banquillos de ambos equipos, en particular, qué cuerpos lideraban la toma de decisiones y la preparación de jugadas.
Brasil y Canadá son dos de los cuatro equipos del AmeriCup 2025 que cuentan con mujeres ocupando el rol de entrenadoras principales. Los otros dos son Estados Unidos y México. El torneo cuenta con un total de 10 selecciones nacionales.
Si bien la escena de ver a dos entrenadoras enfrentarse es común en partidos, tanto de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA, en inglés), como el circuito universitario de los Estados Unidos, en el resto de América, todavía las mujeres son una minoría notable en lo que respecta a las contrataciones para dirigir los cuerpos técnicos de equipos de baloncesto.
Por tal razón, ese choque del 30 de junio entre un equipo sudamericano y uno norteamericano en el AmeriCup 2025 tuvo un significado especial. Demostró que, indistintamente de las diferencias latitudinales y culturales, las mujeres deben continuar recibiendo oportunidades para ser las protagonistas, tanto en el tabloncillo, como en los espacios en donde se elaboran las estrategias de juego.
Todas conversó con las cuatro mujeres que fungen como entrenadoras principales de equipos participantes en el AmeriCup 2025 en Chile. Desde sus perspectivas particulares, las cuatro profesionales coincidieron en la importancia de brindar oportunidades a las mujeres y que las federaciones nacionales de baloncesto provean los recursos necesarios para preparar a quienes aspiren a ocupar cargos técnicos en el deporte.
“Personalmente pienso que es muy importante que mujeres sean las que dirijan equipos de mujeres. No tengo nada en contra de que los hombres entrenen mujeres, pero hay demasiadas mujeres cualificadas para ser dirigentes en propiedad, así como asistentes y otros componentes del cuerpo técnico. Yo apoyo eso con entusiasmo. Si un hombre viene y desea entrenar mujeres, y lo hace con dedicación, creo que es justo, pero creo que tenemos que continuar dando oportunidades a exjugadoras que deseen ser entrenadoras. Tenemos que ofrecer oportunidades amplias a mujeres y apoyarles”, expresó la exjugadora y actual entrenadora en propiedad de Canadá, Nell Fortner.
En la WNBA, para la cual Fortner ha trabajado, actualmente más de la mitad de las entrenadoras principales son mujeres. De 13 equipos activos en este circuito profesional estadounidense, siete son dirigidos por mujeres.
La totalidad del cuerpo técnico de Canadá está compuesto por mujeres.
En el caso de Brasil, son el equipo campeón del pasado torneo AmeriCup, celebrado en el 2023. Para esta edición, su federación nacional de baloncesto optó por contratar a una exitosa entrenadora estadounidense que ha obtenido logros en distintos niveles deportivos.
Pokey Chatman aceptó el reto de dirigir a Brasil, el cual es uno de los combinados con mayor proyección internacional en el baloncesto femenino. La experimentada entrenadora admite que, aunque los cambios en favor de la equidad de género pueden ser lentos, es indispensable tomar los pasos adecuados para transformar las mentalidades en el deporte.
“Creo que es un asunto de preparar a las mujeres, pero también darles la oportunidad. Es esa combinación de preparación y oportunidad. Siempre son procesos lentos que vienen en ciclos. Cuando alguien tiene el coraje y la seguridad para darle la oportunidad a una mujer que esté preparada, cosas positivas vendrán. Espero que, con el crecimiento de la WNBA y diferentes equipos de la NCAA [Asociación Nacional de Atletas Colegiados], existan más oportunidades para mujeres entrenadoras”, comentó Chatman, quien actualmente también trabaja como asistente del cuerpo técnico del equipo Seattle Storm en la WNBA.
“Todo comienza con las oportunidades”
El aumento de mujeres en posiciones administrativas y técnicas en equipos deportivos también aporta a mejorar la visibilidad y representatividad de las deportistas. Asimismo, contribuye a inspirar a futuras generaciones de atletas o entrenadoras que deseen ocupar cargos importantes, ya sea en federaciones, clubes o asociaciones de deportes.
“Todo comienza con las oportunidades. Recibir oportunidades de dirigir un equipo o ser parte de su cuerpo técnico. Nuestra federación [de los Estados Unidos] ha sido una de las líderes mundiales del baloncesto femenino en dar oportunidades a mujeres entrenadoras. Nuestras dirigentes han sido muy exitosas. En nuestro programa tenemos varias exjugadoras, incluyéndome. Para nosotras, las que jugamos con el equipo de los Estados Unidos, es algo muy personal poder devolver a la federación para la cual jugamos”, dijo la entrenadora del equipo de Estados Unidos y también entrenadora de la Universidad de Duke, Kara Lawson.
Para la experimentada entrenadora, uno de los aspectos que más disfruta es compartir su conocimiento con aquellas jugadoras en ascenso y que aspiran a jugar en la WNBA, una vez culminen sus estudios universitarios.
“Espero que las federaciones alrededor del mundo puedan observar, no solo a exjugadoras, sino también a otras mujeres que están haciendo grandes cosas en el baloncesto”, añadió Lawson, quien al igual que Canadá, lidera un cuerpo técnico compuesto exclusivamente de mujeres.
A nivel de los países que hablan español en América, México es el único que contrató a una mujer para ser su entrenadora principal. Se trata de Desirée Abeyta, quien tiene vasta experiencia como dirigente y asistente en la NCAA, además de fungir como asistente en la dirección de la selección de México bajo el liderato de Lindsey Harding.
“Es un gran honor [ser entrenadora de México] y lo veo como una gran oportunidad. Valoro el hecho que fui entrenadora asistente y vi la cultura que estábamos construyendo con la dirigente Lindsey Harding y el resto del personal. Ahora mismo nuestro enfoque es en el AmeriCup, pero a largo plazo deseo ser parte de un grupo de líderes que están tratando de promover una cultura, de manera que estas jugadoras jóvenes tengan el éxito que merecen”, dijo Abeyta.