(Foto de la página de Facebook de la WNBA)
Desde que se reanudó el baloncesto profesional en los Estados Unidos a finales de julio, la mayor atención mediática ha estado centrada en la participación deportiva de los hombres y la forma en que estos han utilizado los partidos de la National Basketball Association (NBA) como plataforma para protestar en contra de la violencia racial en su país. Mucha menos exposición han tenido las baloncelistas, quienes, por años, han realizado trabajo activista en el que abogan por aspectos como mejores condiciones de trabajo y justicia racial.