Foto por Adriana Maldonado Raimundí
Cualquiera que pase por la Placita de los Vientos del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) podrá leer una afirmación de acompañamiento para las sobrevivientes de violencia de género: “nosotras, nosotros y nosotres te creemos”.
El mensaje es parte de un mural que desde este martes luce en el vestíbulo de la Escuela Graduada de Trabajo Social Beatriz Lassalle en la Facultad de Ciencias Sociales. Es el resultado de una colaboración del proyecto interfacultativo SIEMPRE VIVAS Metro y el colectivo artístico Moriviví y una muestra de cómo el arte sirve para acompañar, unificar y alentar a la comunidad universitaria. Al mismo tiempo, es una forma de prevención de las violencias de género.
En ese mismo espacio, y para celebrar la culminación de la labor artística, ambos colectivos se reunieron y sostuvieron una conversación con gestores y participantes del proyecto.
“No es pintar por pintar”, expresó Ana Victoria Rodríguez Vázquez, quien es integrante de SIEMPRE VIVAS Metro, un grupo compuesto por docentes y estudiantes de diversas disciplinas que ofrece apoyo, acompañamiento, asesoría a víctimas y sobrevivientes de violencia doméstica, acoso y violencia sexual en el recinto riopedrense.
El equipo de SIEMPRE VIVAS Metro ya llevaba un tiempo buscando maneras de visibilizar, por medio del arte, la violencia de género que se vive en el recinto, pero no fue hasta que vieron una participación del Colectivo Moriviví en el festival El Grito del Arte en Lares cuando las ideas comenzaron a concretarse y propusieron acercarse a las muralistas para colaborar.
Moriviví es una colectiva artística de mujeres que ha estado produciendo arte público y activismo desde 2013, a través del muralismo comunitario. Tienen como intención democratizar el arte y llevar las narrativas de las comunidades puertorriqueñas a la esfera pública para crear espacios en los que se validen, con el fin de crear un cambio social a través de la organización comunitaria.
Según Rodríguez Vázquez, las artistas de Moriviví, Raysa Rodríguez y Sharon González Colón, accedieron a una reunión para discutir la propuesta.
¿Por qué los murales?
“Crear comunidad, promover liderazgo y poner en práctica la teoría”: estas son algunas de las razones que motivaron esta obra.
“Las mujeres que están viviendo la violencia y vienen a esta universidad [UPRRP] y siguen recibiendo violencia desde adentro y también afuera, a veces, no encuentran o no saben cuáles son los espacios donde se pueden sentir seguras”, enfatizó Adli Mariann Cordero Espada, coordinadora de SIEMPRE VIVAS Metro.
Entonces, elaboró que el solo hecho de que una persona sobreviviente de violencia sexual o de violencia de género en la universidad pase por la Placita de los Vientos y observe que hay un mural que lee “nosotras, nosotros y nosotres te creemos” es una afirmación de que no están solas.
Un mensaje inmortalizado en el tiempo
En los murales que cubren dos de las columnas de la plaza, se incorpora la flor suculenta del logo de Siempre Vivas Metro, colores de la bandera LGBTQIA+ y el rostro de una mujer con la parte superior cubierta de mariposas monarcas.
La artista y codirectora del colectivo Morivivi Sharon González Colón explicó que las mariposas aparecen con frecuencia en sus diseños para conmemorar la tragedia de las hermanas Mirabal, quienes también son conocidas como Las Mariposas.
Ellas fueron tres hermanas dominicanas que lucharon en contra del gobierno de Rafael Leónidas Trujillo y fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960, día que luego se declaró como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Estos detalles quedaron plasmados en las memorias de las personas voluntarias que ayudaron a completar el proyecto.
“Parte de lo bien bonito fue eso de sumergirse en el proceso de crear, de hablar, de compartir saberes y de reafirmarnos en colectivo”, enfatizó Fabo Feliciano Graniela, quien también forma parte de SIEMPRE VIVAS Metro.
El reto económico y la generosidad
En un principio, pese a que ambas partes se enamoraron de la idea de los murales en la universidad, se dieron cuenta de que la financiación sería un reto.
“¿Cómo hacemos esto? Si no tenemos chavos. No tenemos materiales. No tenemos nada”, relató Ana Victoria Rodríguez Vázquez que se preguntaron las componentes de SIEMPRE VIVAS Metro.
Acordaron que les proveerían a Moriviví, al menos, todos los materiales para realizar el proyecto.
Ante la meta, el grupo creó una carta de donativo que les presentarían a distintas ferreterías locales para recopilar pintura, brochas y los otros materiales necesarios.
La primera donación fue un rolo de una ferretería pequeña en Río Piedras. Aproximadamente, en dos semanas y media, habían recolectado todo lo necesario para comenzar a pintar, contó la también estudiante de maestría en Trabajo Social.
Por los materiales que se utilizaron para realizar los murales, se estima que la pintura en las dos columnas durará unos 30 años, mencionó la artista y codirectora del colectivo Moriviví Sharon González Colón.
Este factor de permanencia en el tiempo le da esperanza a quienes son parte de ambos grupos de que su mensaje acompañará a muchas clases de estudiantes cada año y perdurará incluso cuando ya no estén presentes en la comunidad universitaria.