Tiempo después de una mudanza provocada por el huracán María, Daphne Labault Romero inició un trabajo como maestra de un preescolar en los Estados Unidos.
Rodeada de infancias, descubrió, en los juguetes, un valor que trascendía la diversión. En su salón, se destacaba un niño que, al jugar con carros, se volvía muy agresivo, según la joven de 28 años. Muy pronto, el infante comenzó a cambiar cuando descubrió los juegos de cocina y de paternidad.