(Foto de Beatriz Ramírez)
Soy hija de la crisis. Desde que tengo memoria, no solo he conocido la crisis, sino que también la he vivido. Ha sido parte de la rutina que mi isla que fuera gobernada por corruptxs.
En estos días, me viene a la mente una anécdota que siempre me cuentan mis padres. Un día, a mis ocho años, pregunté qué era esa “crisis” de la que tanto hablaban; esa crisis que salía en todas las portadas de los periódicos. Cuando me explicaron, me angustié. Seguí preguntándole a mis padres, por varios días, cuándo se acabaría esta crisis y, desde entonces, comenzó en mí la inquietud de qué podía hacer para ayudar.