“La mujer, como factor importante en la civilización humana, es digna de obtener toda la libertad”.
–Luisa Capetillo Perone
Mi opinión sobre las libertades y deberes de la mujer (1911)
Tal vez, no hay una figura histórica a la que se le asocie más con los derechos de las mujeres en Puerto Rico que a Luisa Capetillo Perone.
La arecibeña es conocida como la primera mujer puertorriqueña en vestir pantalones en público y ser arrestada por ello.
Pero en nuestro afán de categorizar a nuestros(as) “próceres”, hemos simplificado las acciones y el pensamiento de esta gran puertorriqueña.
Y es que Luisa no veía el género aislado de otros sistemas de opresión. Sus celebradas acciones y escritos entrelazan al feminismo con la clase social, la religión y la nacionalidad.
Este 28 de octubre de 2023, conmemoramos el natalicio 144 de la insigne líder feminista y sindical.
En su honor, te compartimos frases y datos suyos que sustentan una temprana visión interseccional en la ideología de nuestra heroína.
Inicios de una interseccionalidad
“El actual sistema social, con todos sus errores, se sostiene por la ignorancia y la esclavitud de la mujer”.
–Luisa Capetillo Perone, Mi patria es la libertad
Luisa era feminista y sindicalista. Lo sabemos tanto por sus acciones como por sus escritos.
Sin embargo, su pensamiento no puede describirse como “interseccional” en el significado contemporáneo del término.
Aunque el accionar de Luisa es producto de su propio tiempo, educación y experiencia, proponemos que sí demuestra un inicio de lo que hoy conocemos como “interseccionalidad”.
Para propósitos de este escrito, definamos qué queremos decir.
La palabra “interseccionalidad” fue presentada por la académica y activista afroestadounidense Kimberlé Crenshaw, en 1995, al entender que las experiencias de todas las mujeres no son homogéneas.
Según Crenshaw, el cruce del género con otras identidades contribuye a unas vivencias únicas de opresión o privilegio; por ejemplo: raza, clase social, orientación sexual, identidad de género, nacionalidad, entre otras.
Para entender, podemos aplicarlo a la propia memoria histórica de Puerto Rico.
Es altamente aceptado que las vidas de nuestras mujeres próceres es mucho menos documentada y recordada oficialmente que la vida de hombres próceres. Aun así, mujeres blancas y económicamente privilegiadas como Lola Rodríguez de Tió son más conocidas que una afroboricua como Celestina Cordero Molina, primera persona en nuestro país en fundar una escuela pública.
Ahora, ¿por qué decimos que Luisa pensó desde la interseccionalidad antes de que existiera el término?
Luisa y la clase social
“La tiranía, como la libertad, no tiene patria, como tampoco los explotadores ni los trabajadores”.
–Luisa Capetillo Perone, Mi patria es la libertad (2008)
Luisa se autodenominaba como “anarco-feminista”. Para entender el génesis de su visión, iremos a su crianza en el Arecibo de finales del siglo XIX.
Según Sánchez-González, Luisa fue hija de padres inmigrantes, pues su madre fue una lavandera francesa y su padre un obrero español.
Al tener pocas opciones escolares por ser una niña de clase trabajadora, sus padres asumieron mayormente su educación bajo los ideales liberales del movimiento socialista contemporáneo. Un ejemplo para la niña fue su madre, Margarita Perone, quien era conocida por ser la única mujer que participaba en las tertulias organizadas en el café del pueblo: La Misisipí. ¡Imagínate una mujer esté opinando en público de par a par con los hombres en el siglo XIX!
A sus 19 años, Luisa quedó embarazada y tuvo dos crías con el hijo del empleador de su madre. En 1905, Luisa era una madre soltera.
Para sostener a su familia, se convierte en lectora de obreros(as) tabacaleros(as). Las lectoras facilitaban el conocimiento a trabajadores(as) analfabetos(as) mediante la lectura de noticias y literatura. Así comenzó la vida activista de nuestra heroína: una mujer educada de clase trabajadora.
De 1907 a 1911, Luisa se unió a la Federación Libre de Trabajadores, en la que comenzó a escribir y a ofrecer discursos. Mediante sus palabras, no solamente denunció las injusticias vistas hacia los obreros, sino la doble opresión sufrida por las mujeres obreras. Aquí, comienza a demostrar la interseccionalidad en su obra, al visibilizar la opresión sobre la obrera en la fábrica y el hogar, por su género y clase social.
No es de sorprender que toda esta labor no fue bien recibida por hombres, incluidos aquellos “de izquierda” del Partido Socialista Puertorriqueño, con quienes colaboró para crear una ley de salario mínimo.
Desencantada con su país, se exilió a Nueva York para trabajar con la creciente diáspora latina, utilizando un restaurante que operaba para reunir políticamente a la clase obrera. Allí, recibió más desilusiones y peregrinó por Florida y Cuba, donde precisamente ocurrió su arresto por vestir pantalones en público.
Luisa, religión y nacionalidad
“¿Y acaso trabajan las hijas e hijos de los explotadores? ¿Se llaman cristianos? ¿Dónde están las prácticas? Hechos y no fórmulas (…) ¿Qué derecho tienen a llamarse cristianos, si son vanidosos, indolentes, egoístas, indiferentes y soberbios?”.
–Luisa Capetillo Perone, Amor y anarquía
La crítica de Luisa iba también hacia a la iglesia católica por limitar la educación de las mujeres y a las propias mujeres de clase alta por definir su caridad mediante el desecho de sus sobras. Así delineó las opresiones como problemas estructurales y no individuales.
Al inverso, instó a las mujeres obreras a liberarse en sus vidas personales, laborales y amorosas mediante la educación, que debía ser laica y universal.
“La instrucción se adaptará sin banderas ni en determinado estado o nación (…) La fraternidad como ley suprema, sin fronteras ni divisiones de razas, color e idiomas, será el ideal religioso… El interés común como divisa, y como lema la verdad”.
–Luisa Capetillo Perone, Mi opinión (1911)
Como hija de inmigrantes y luego parte de la diáspora, Luisa también reconoció la opresión hacia las personas con nacionalidad distinta al país donde residen.
Según Sánchez-González, su desilusión para salir de Puerto Rico fue verse incapaz de encajar entre nacionalismos y machismos del liderato político y sindical. Su trabajo organizativo en Nueva York se dedicó a las necesidades universales y específicas de la clase obrera latina y boricua en la creciente diáspora. Uno de estos esfuerzos fue fundar allá la revista en español Unión obrera.
A pesar de que Luisa no fue nacionalista, no significa que fuera ciega a la opresión de los pueblos mediante la colonización. En su última publicación, Influencias de las ideas modernas, revierte la definición occidental de “civilización” para defender la simplicidad de la vida de las poblaciones consideradas “salvajes” e incapaces.
Conclusión
Luisa Capetillo Perone demostró un adelanto en el pensamiento y accionar feminista para incluir las experiencias de obreras, colonizadas y extranjeras.
Así se colocó de avanzada ante otras versiones del feminismo, como mayormente el sufragista, que excluía a la mujer empobrecida y racializada.
Hoy, podemos entender la interseccionalidad por mujeres como ella, que lo comenzaron a gestar en palabra y acción.
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Referencias
Mi opinión sobre las libertades y deberes de la mujer (1911) Luisa Capetillo Perone
Mi patria es la libertad: Obras Completas (2008) Luisa Capetillo Perone
On Intersectionality: Essential Writings (2017) Kimberlé Crenshaw
Boricua Literature: A Literary History of the Puerto Rican Diaspora (2001) Lisa Sánchez-González
Luisa Capetillo: Historia de una mujer proscrita (1990) Norma Valle Ferrer
Amor y anarquía (1992) Luisa Capetillo
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