Arte por Yvonne Alexandra
El movimiento feminista ha estado presente en nuestras universidades como una manifestación del microcosmos social en un intercambio constante entre las exigencias sociales y el trabajo académico de las mujeres puertorriqueñas.
Es una reflexión intensa desde diferentes vertientes del conocimiento que refleja una discusión y un análisis en diversidad de vertientes, multi e interdisciplinarias, creando conciencia sobre el impacto del sistema patriarcal y sus manifestaciones discriminatorias en los entornos sociales y culturales de nuestras vidas.
Han sido muchos los logros, pero el ejercicio de documentar esa trayectoria histórica y sus grandes aportaciones, ha sido lenta.
En el sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR), en 1975, bajo lo que era la Administración de Colegios Regionales se trabajó un curso por periódico que publicó ensayos sobre el tema La mujer marginada por la historia, y fueron compartidos por el periódico El Mundo. En 1977, con ese material, la profesora Ruth Burgos Sasscer junto a Francisca Jiménez Giles, desde el Colegio Regional de Aguadilla, editaron una trilogía de documentos: La mujer marginada por la historia: ensayo, Antología de lecturas y una Guía de Estudio.
En 1984, se creó el Centro de Estudios, Recursos y Servicios a la Mujer (CERES) como parte del Centro de Investigaciones Sociales en la UPR de Río Piedras. Bajo este proyecto, se lograron investigaciones, publicaciones, congresos y trabajos en colaboración como el Consorcio para la Equidad en la Educación de Rutgers University, publicaciones sobre temas que todavía hoy día no han perdido relevancia. Lamentablemente, este centro se cerró aproximadamente en 1998.
Mientras, en 1986, comenzó el Proyecto de Estudios de la Mujer (ProMujeres), en el recinto de Cayey, con propuestas de trabajo, como la creación de un bachillerato en Ciencias Sociales y otro en Ciencias Naturales, que nunca se desarrollaron. También, se gestionó un centro de ayuda y servicios a mujeres, que, años más tarde, se independizó y es hoy lo que se conoce como el Centro Nueva Mujer en Cayey.
ProMujeres ha tenido directoras con visiones diversas. Pero también ha sufrido los embates administrativos de cierres de acuerdo con la visión directiva de algunos rectores. Pero bajo la doctora Yamila Azize Vargas, quiero destacar uno de los trabajos más importantes desarrollados y que me atrevo a identificar como punta de lanza de otras iniciativas en Puerto Rico. Gracias a una propuesta de la Fundación Ford, en 1990, se desarrolló una revisión curricular sobre la integración de los Estudios de la Mujer y Género en los cursos básicos de bachillerato. Un proyecto participativo de académicas de todo el sistema UPR y Estados Unidos, entre otras. Este trabajo se recoge en la publicación Hacia un currículo no sexista: Integración de los estudios de la mujer y el género en los cursos introductorios de español, inglés y ciencias sociales en la UPR (1992).
En la UPR Río Piedras, desde 1997, se comenzó la secuencia curricular subgraduada de Estudios de la Mujer y Género y, desde el 2000, se creó el Programa de Estudios de Mujer y Género. Una secuencia que ha transformado a cientos de estudiantes y, muchas veces, ha estado a punto de desaparecer por los recortes en fondos.
El esfuerzo y el trabajo de las académicas feministas en Puerto Rico se ha reflejado en diversidad de publicaciones, conferencias, simposios e investigaciones multi e interdisciplinarias. También, en cursos, proyectos, programas, certificaciones subgraduadas y hasta programas de maestrías que se han dado en nuestras instituciones de educación superior, públicas y privadas.
La Universidad Interamericana Recinto Metropolitano creó el Centro de Investigaciones y Documentación de la Mujer (CIDOM), en 1982, y, en 1995, surgió el Centro Interdisciplinario de Investigación y Estudios del Género (CIIEG). Bajo el CIIEG, en 2007, se logró la primera y única maestría en estudios de las mujeres y género en Puerto Rico. Lamentablemente, después de dos años de trabajo, fue puesta en moratoria por las autoridades universitarias.
Pero también en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana está el Instituto de Estudios sobre Mujeres, Género y Derecho (InterMujeres), una iniciativa de académicas del Derecho que comenzaron su trabajo en el 2013.
Estos son ejemplos de los esfuerzos en ese trabajo feminista desde nuestras universidades que, a pesar de los avances y retrocesos antes mencionados, son una aportación muy importante para nuestro archipiélago. Nos seguimos organizando y trabajando. Uno de los esfuerzos más recientes es la Red Feminista de Investigación y Educación de Género que comenzó sus trabajos, en el 2016, y que agrupa a compañeras de diferentes instituciones de educación superior, públicas y privadas, que siguen trabajando con una mirada de justicia social y derechos humanos para nuestra sociedad.