Hace unas semanas, estuve internada en un hospital psiquiátrico. Hace unas semanas, estuve internada en un hospital psiquiátrico. Lo repito para que conste el juicio, el estigma, la sorpresa que están brotando de los ojos que leen y que no se asombrarían si la oración fuera que estuve internada porque me explotó el apéndice. El derecho a la salud es una mala palabra en países como Estados Unidos y, por ende, sus colonias, en los que el acceso a servicios médicos dignos es una oportunidad para el lucro del libre mercado. La salud mental, por su parte, tan común y cada día más evidente es una mala palabra de la que todes sabemos, pero nadie habla. Imagínate, y que no tener fuerza de voluntad para estar contenta, en paz y feliz en este mundo.