Basta de la tortura
(Foto de archivo) Desde los 12 años hasta los 19 años, fui a unos campamentos de verano religiosos que no eran terapias de conversión, pero
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I. Cuando escribo, casi siempre, comienzo sin saber a dónde quiero llegar. Me permito soltar en el teclado. Entonces, pienso que así no se puede
*Nota de las editoras: El siguiente testimonio se reproduce con el propósito de concienciar sobre las secuelas que deja la agresión sexual en las personas
(Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes) Nunca había visitado una de estas clínicas. He ido a manifestaciones, he defendido su acceso y seguridad,
(Foto por Mari Blanca Robles) Hace tres años, me fui de Puerto Rico con ganas de ver y comerme el mundo. Soñaba con hacer un
(Arte de Stephanie Cavina para la campaña ¡Cambia ya!) Había decidido que ya no me quedaría callada. Cargaba mi dignidad en el mentón, y mi