Hace unos días, comenté en una publicación de un querido compañero cristiano sobre la importancia de que la iglesia cristiana, en su rol moral y espiritual, debe darle a escuchar los reclamos, experiencias y dolencias violentas que la comunidad LGBT+ ha vivido a causa de sus posturas de odio, rechazo y desprecio.
Al estilo de un acercamiento educativo, presenté mi posición desde mi realidad como hombre gay y cristiano. Mencioné cómo las diferentes violencias me han afectado particularmente y, también, cómo han afectado a otras personas cuir.