(Foto de archivo)
Este es momento para que las iglesias que se cantan muy liberales y aliadas se sienten a preguntarles a sus jóvenes y adolescentes queer cómo se sienten en sus comunidades eclesiásticas, y sentarse a reparar. Porque si ellxs desean pertenecer a ese espacio, tienen el derecho a que se les respete su dignidad, libertad y verdad.