(Fotos por Ana María Abruña Reyes)
Yo quiero que piensen en mí
como la mujer que tomó prestada
la valentía de pasadas y presentes guerreras.
Ese escalón diario que me inspira a creer que donde hay ovarios,
hay más fuerza para seguir adelante.
Mujer trabajadora, jamás vencida.
luz infinita que ilumina,
ese ocaso que pita la flor más incolora.
Yo soy parte de ese ejército
donde solo hay cabida para armas valerosas, pero con lápiz labial rojo.
– Suliani Calderón Nieves en La mujer con lápiz labial rojo
Suliani Calderón Nieves era poeta. Escribía desde sus años escolares, ganó certámenes por su obra y continuó cultivando su talento en la adultez, dejando versos y pensamientos entre notas de papel en su casa, apuntes en sus teléfonos celulares, en correos electrónicos y redes sociales.
Su sueño, le había a contado a su amiga, la también poeta Jeannette Cabrera Molinelli, un día que pasaron juntas hace poco más de tres años, era publicar su libro. Había comenzado la tarea de juntar los poemas que tenía escritos y que disfrutaba de declamar en público en bohemias y encuentros artísticos. Pero la tarea quedó incompleta.