Jugadoras del AmeriCup celebran logros recientes con firmes reclamos

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Fotos de la página oficial de AmeriCup 2025

Cuando se mira el estado de situación de la mujer baloncelista a nivel global, se celebran las conquistas y apoyos de años recientes, pero a su vez se reflexiona sobre aspectos tales como las luchas de décadas, el patriarcado que todavía impera en el deporte y los llamados de equidad manifestados por quienes aspiran a mejorar sus condiciones laborales como atletas profesionales.

En el contexto del torneo AmeriCup 2025, que se celebró en Santiago de Chile, se renuevan algunas preguntas en torno a qué necesita el baloncesto femenino para obtener más apoyo, tanto a nivel de público como en audiencias mediáticas y auspicios de marcas comerciales. Si bien los eventos en los cuales participan selecciones nacionales suelen generar mayor interés en países de tradición patriótica en el deporte, cuando se trata de torneos de clubes o ligas en países individuales, el entusiasmo y apoyo merma. Un ejemplo es el caso de Puerto Rico. Mientras su exitosa Selección Nacional es celebrada y hasta descrita mediáticamente con el título informal enaltecedor de “Las 12 Guerreras”, los partidos de su liga local apenas obtienen apoyo económico, y las gradas de coliseos reciben escasas concurrencias, en comparación con los juegos de baloncesto protagonizados por hombres. 

Las jugadoras siempre han estado conscientes de estas realidades y a pesar de las adversidades, no claudican en sus luchas por la equidad de género, el respeto a su trabajo y el reconocimiento dentro de las comunidades deportivas a nivel mundial.

“Creo que mucha gente piensa que el baloncesto femenino no es tan entretenido, pero hacemos lo mismo que los hombres, jugamos tan fuerte como ellos y es literalmente lo mismo. El hecho de que la gente no quiera apoyarnos, pero sí a los hombres, es una locura. La gente solo tiene que venir a vernos y disfrutar del espectáculo que hacemos cada día”, dijo a Todas la jugadora de la Selección Nacional de Brasil y del equipo Chicago Sky en la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA, en inglés) de los Estados Unidos, Kamilla Cardoso.

La jugadora brasileña Kamilla Cardoso

La estelar pívot brasileña ha experimentado diferentes niveles de competición en el baloncesto organizado. Además de su participación actual en la WNBA, en el pasado militó para la Universidad de Carolina del Sur, en donde conquistó el título nacional universitario estadounidense en los años 2022 y 2024.  Con el equipo adulto de Brasil, Cardoso juega desde el 2021, cuando participó en el torneo AmeriCup celebrado en San Juan, Puerto Rico, bajo el auspicio del capítulo de América de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).

“Honestamente, no pienso que haya mucha diferencia entre la WNBA y la FIBA. Ambas [asociaciones] son competitivas y hay jugadoras fantásticas en ambos lados. En términos de conseguir que el baloncesto crezca, tanto aquí [en FIBA] como en la WNBA, necesitamos más fanáticos, más personas que vengan a vernos”, expresó Cardoso minutos después de la victoria de su país ante la selección de Canadá en el AmeriCup 2025.

La perspectiva de la brasileña en torno a cómo la calidad del baloncesto femenino trasciende fronteras y regiones es compartida por la baloncelista canadiense Kayla Alexander, quien luego de una carrera en la WNBA, actualmente milita con el Club Valencia en la liga profesional de España y en la prestigiosa Euroliga.

“Siento que el juego ha crecido tremendamente. Las jugadoras están más rápidas, más fuertes y talentosas, y eso está ayudando al crecimiento del juego. Luego de tantos años jugando, definitivamente sientes las diferencias de jugar en Europa versus en los Estados Unidos. Aquí en las Américas el juego es físico, lo cual disfruto en lo personal. En general e independientemente de las diferencias, al final del día, el juego está creciendo y todas estamos contribuyendo a esto”, comentó Alexander en respuesta a las preguntas de Todas.

La jugadora canadiense Kayla Alexander

El aumento de apoyo hacia la WNBA

La temporada del año 2024 en la WNBA representó un período de crecimiento significativo para la liga en términos de cobertura mediática, asistencia a los coliseos y apoyo de marcas a algunas jugadoras. Aunque gran parte del mercadeo de ese año se centró en el debut de la jugadora y fenómeno cultural del equipo Indiana Fever, Caitlin Clark, así como otras canasteras de su generación como Angel Reese, Cameron Brink y la propia Cardoso, el éxito de la liga también debe verse como un reconocimiento al legado de generaciones previas de jugadoras que lucharon en favor de las mujeres baloncelistas.

Según los datos de la propia WNBA, la asistencia a los coliseos en el 2024 aumentó en un 48% en comparación con el 2023. Asimismo, se rompió el récord histórico de consumo televisivo de partidos con un total de 136.29 millones de horas que resultan de la sumatoria de audiencias en todos los partidos transmitidos por cadenas de circulación nacional en Estados Unidos.

A juicio de la actual jugadora de la Universidad de Texas y candidata a la WNBA, Madison Booker, las baloncelistas jóvenes tienen ahora la oportunidad de continuar el legado que sus predecesoras establecieron en y fuera de la cancha.

Madison Booker juega con el equipo de Estados Unidos

“Las generaciones pasadas trazaron el camino para nosotras. Sentaron las bases para nosotras comenzar. Lo más grandioso es ser parte de este crecimiento. Todo ha sido muy divertido, de poder jugar el deporte que amas a la vez que inspiras a otras”, expresó Booker a preguntas de Todas.

Otra de las canasteras con experiencia, tanto en la WNBA como en Europa y FIBA, es la jugadora de Puerto Rico, Arella Guirantes. Tras participaciones con los equipos profesionales estadounidenses de Los Ángeles Sparks y Seattle Storm, Guirantes también ha militado en clubes de las ligas de Italia, España y China. Tras haber viajado el mundo entero como parte de su carrera deportiva, la estelar canastera puertorriqueña valora la oportunidad de exponer la diversidad de culturas e identidades que representan las jugadoras que participan de ligas como la WNBA.

La canastera puertorriqueña Arella Guirantes

“El baloncesto femenino está en un buen lugar en la actualidad. En mi opinión, va a continuar creciendo. Con la WNBA siendo una liga tan inclusiva que trae diferentes culturas y resaltando jugadoras de Europa, más gente está sintonizando estos juegos internacionales [de la FIBA], ya que ven caras familiares de la WNBA”, explicó Guirantes.

“En estos torneos con jugadoras internacionales se demuestra cómo el juego de baloncesto continuará creciendo”, agregó la exolímpica que participó en los juegos de Tokio 2020 y París 2024 en representación de Puerto Rico.