El sistema de Justicia deja expuestas a las mujeres a la violencia machista

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(Foto e ilustración de Andrea P. Montañez González) 

Dos asesinatos, un intento de asesinato a puñaladas y decenas de agresiones que se reportan todos los días son el saldo de la violencia machista que se ha vivido en Puerto Rico durante el mes de junio.

Las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas suman ocho desde que comenzó el 2019 y 31 desde 2018, aunque son muchos más los asesinatos que la Policía no ha esclarecido o no ha clasificado como violencia de género.

Mapa de la violencia de género: Cada punto representa un feminicidio

La causa principal de estas muertes por violencia de género en la isla es el discrimen contra la mujer y la manera de prevenir estos casos yace en la educación con perspectiva de género, indicó la psicóloga social Mercedes Rodríguez López.

“El problema con ese discrimen es que es una herencia de un problema social, cultural, económico, religioso, donde inciden todas las instituciones sociales”, explicó la psicóloga sobre la persistencia de estas agresiones.

Sería la aplicación de la estrategia educativa la solución del problema a largo plazo.

Caso por caso

El pasado 4 de junio, Arlene García Rosado fue apuñalada por su expareja en Fajardo. El sospechoso había cumplido cinco años de prisión por violación a tres artículos a la Ley 54 de Violencia Doméstica y un artículo de la Ley de Armas.

“Tú puedes estar cinco años y que te obliguen a tomar unos cursos, que te ayuden a rehabilitarte desde distintas perspectivas, pero eso no ocurre. Así que la cárcel se convierte en un habilitador de abusadores”, comentó Rodríguez López sobre el caso de García Rosado.

“[El Departamento de Corrección y Rehabilitación] se convierte en cómplice, se convierte en aliado del abusador”, agregó.

El día después, la hija de García Rosado, que presenció el asesinato de su madre en  Fajardo, asistió a su graduación de octavo grado. Aunque fue un acto de valentía, no disminuye el dolor de la joven, de 13 años, por lo que necesitará apoyo, mentoría y una figura de madre y de hombre que pueda restaurar la figura abusiva del que mató a su madre, explicó Rodríguez López.

El 8 de junio, Lourdes del Carmen Cuevas Natal fue asesinada en su casa en Ponce por su expareja.

Días antes, el hombre había acudido a su trabajo a amenazarla por haber terminado la relación.

La mujer solicitó una orden de protección, pero el hombre fue dejado en libertad.

“La justicia deja expuesta a las mujeres”, expresó Rodríguez López.

El agresor considera a la víctima como su objeto de poder y control, indicó la psicóloga. Por un lado, si el hombre decide culminar la relación, la mujer se salva porque deja de ser el objeto de la agresión, del control y del dominio de él. Por otro lado, cuando es la víctima quien propone la separación, él sentirá coraje y se tornará violento, elaboró Rodríguez López.

El 10 de junio, una mujer denunció a su agresor a través de su cuenta de Twitter.

En las publicaciones, explicó que llevaba siete años denunciándolo, pero no lo arrestaban. Escribió que el hombre agredía a otra mujer cuando también golpeó a su hijo.

Redactó también en la red que va por la cuarta orden de protección porque el hombre continúa acercándose. Luego que sus publicaciones se hicieran virales en las redes, su caso fue atendido.

“Sin proponérselo, porque ella está haciendo la denuncia de un caso personal, se convierte en una portavoz de la educación y de alerta porque en su caso se ven reflejadas un montón de víctimas y un montón de mujeres”, opinó Rodríguez López.

El 11 de junio, una mujer fue apuñalada por su expareja en Cabo Rojo. Al día siguiente, parientes y conocidos dijeron ante los medios televisivos que “se lo buscó”.

La culpa es otra de las cargas que tienen las mujeres dentro de la sociedad machista.

“Para que esa señora no use ese lenguaje tiene que volver a nacer. Como uno dice, hay que reeducarla”, comentó Rodríguez López.

“[Los conocidos y parientes] son ejemplos más que claros de lo que son los prejuicios hacia las mujeres”, agregó.

El pariente argumentó que la víctima no debió asistir a la casa donde estaba el victimario.

“El lugar de las mujeres son todos los lugares. Las mujeres debemos poder ir a todos los lugares que queramos sin pensar allí me van a matar, allí me van a hostigar, allí me van a violar, allí me van a caer a machetazos”, apuntó Rodríguez López.

Los agresores también son miembros de muchas familias, tienen vida social, compañeros de trabajos y otras personas que pueden notar estos patrones abusivos y actuar sobre ello.

“Ese poder excesivo que tienen los hombres hay que neutralizarlo”, expresó Rodríguez López.

La psicóloga social insistió en que la violencia se puede prevenir y que la educación es clave para transformar la manera de pensar de la sociedad puertorriqueña.

“Las personas han sido criadas, socializadas y educadas con una educación discriminatoria y prejuiciada hacia las mujeres. Llevamos décadas en ese tipo de educación pensando que los hombres son superiores que las mujeres, que [ellas] ‘se buscan’ los problemas, las mujeres ‘se buscan’ las violencias que les pasa”, indicó.

Estrategias para la inmediatez

Para la inmediatez, el sistema judicial debe aplicar las consecuencias que supone esta conducta de violencia machista —que es un delito grave—, apuntó Rodríguez López. Insistió, además, en que se deben orientar a las mujeres, consistentemente, desde distintos foros sobre los patrones de abuso en una relación romántica.

“Los mensajes [machistas] tienen que cambiar, radicalmente, para que las mujeres puedan asumir ese control sobre sus vidas que les permita apartarse de una relación de pareja al principio cuando empiezan a ver estas señales [de abuso]”, agregó la psicóloga feminista sobre cómo orientar a las personas para prevenir casos de violencia.

Rodríguez López recomendó que, antes de salir de un patrón de abuso, la mujer se instruya sobre los procesos legales y busque apoyo en amistades, familiares, vecinos, centros de ayuda para la mujer o cualquier persona o entidad que pueda acompañarle durante el proceso.

“El momento más peligroso para una víctima de violencia doméstica es la separación unida a la notificación de esa separación a su pareja maltratante”, dijo.

Busca ayuda

De otro lado, Rodríguez López señaló que falta voluntad política para resolver este mal social.

En el 2017, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares eliminó el currículo de enseñanza de equidad de género.

En noviembre del 2018, el primer mandatario rehusó firmar la propuesta de declarar al país en estado de emergencia para formular un plan nacional contra la violencia machista, una petición que cientos de mujeres y otras personas llevaron a La Fortaleza durante un plantón desde el 23 hasta el 25 de noviembre. Cuatro meses más tarde, Rosselló Nevares firmó una orden ejecutiva sobre prevención de violencia doméstica que dejó fuera la gestión del Departamento de Educación.

El pasado viernes, 14 de junio, la Colectiva Feminista en Construcción y otros grupos volvieron a manifestarse frente a La Fortaleza para reclamar acción urgente contra la violencia de género.

Lee aquí: Grupo de mujeres denuncia inacción del gobierno ante la violencia machista

Si tú o una conocida está en una situación de violencia, llama a la Línea de Orientación a Víctimas de Violencia Doméstica al 787-722-2977, busca ayuda de organizaciones y entidades dedicadas a este tema.