Foto del archivo de Ana María Abruña Reyes
La preocupación en torno a la violencia de género se acrecienta a medida que aumentan las cifras de feminicidios e intentos de feminicidios. Hasta el 30 de abril de este año, el Observatorio de Equidad de Género (OEG) contabilizó 15 feminicidios directos e indirectos y 53 intentos de feminicidios.
Para Stephanie Figueroa Figueroa, directora ejecutiva del OEG, estas cifras resultan alarmantes en la medida que más mujeres son asesinadas y que muchas organizaciones que trabajan con violencia de género pierden fondos. A esta situación, se suma la ausencia de un plan por parte del gobierno para atender a las entidades que trabajan con estos temas.
“El Estado no puede atender este problema. Ya esto ha quedado demostrado. Entonces, ¿qué es lo que queda? Que el Estado tenga un plan para sostener a las organizaciones bajo estos impactos fiscales y que las puedan apoyar de manera que sus servicios no se vean afectados”, expresó Figueroa Figueroa sobre la falta de estrategias y el silencio del gobierno ante las pérdidas de fondos.
Este mes, la organización comunitaria Taller Salud anunció la eliminación de más de $1 millón en fondos federales para intervención contra la violencia en las comunidades. Asimismo, los albergues que trabajan con violencia doméstica han expresado su preocupación por la pérdida de fondos federales y por intentos del gobierno de convertirles en alianzas público-privadas sin consultarles.
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Ante tales escenarios, Figueroa Figueroa insistió en el rol de la procuradora de las Mujeres, Astrid Piñeiro Vázquez, en garantizar el sostenimiento de estas organizaciones comunitarias. “La procuradora en este caso tiene un papel fundamental para garantizar que todas las organizaciones cuenten con los recursos que necesitan”, destacó para luego señalar que esta pérdida de fondos se lleva observando desde enero y que van cinco meses sin un plan anunciado.
En tan solo el mes de abril, el OEG contabilizó cinco feminicidios, tres de ellos íntimos, y 10 intentos de feminicidios.
De acuerdo con Figueroa Figueroa, la cifra de intentos de feminicidios ha ido en aumento drásticamente. El año pasado, para la misma fecha, se contabilizaron 22 intentos de feminicidio, mientras que este año la cifra asciende a 53.
Asimismo, las armas de fuego legales continúan elevando los asesinatos. Hasta el 30 de abril, 88% de los feminicidios íntimos fueron con armas de fuego, y se sabe que, al menos en 63% de los casos, el agresor tenía licencia para portar armas.
“Hablamos de educación, hablamos de prevención, hablamos de perspectiva de género, hablamos de legislación. Todo eso es importante. Pero ahora mismo tenemos una crisis enorme y estamos viendo que el Estado está… en el aire. No hemos escuchado al Estado expresarse referente a cómo va a atender este problema y ya las organizaciones están teniendo su impacto”, manifestó.
El OEG también contabiliza las desapariciones y cifras de menores que quedaron huérfanos luego de feminicidios. Desde 2020 hasta la actualidad, 42 mujeres y menores de edad permanecen desaparecidas. Por otra parte, este año, 15 menores han quedado sin madre debido a la violencia de género.