Anjanette Delgado recuerda su propio sexilio al publicar su más reciente libro

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Fueron muchas tardes que Anjanette Delgado se encontró buscando bajo su cama, y en su armario, rastros de cualquier persona que pudiera transgredir la seguridad de su hogar. Los días se volvían cada vez más inseguros para esta periodista, y sabía que, con un constante monitoreo de las noticias, cualquier evento era posible. “Yo tenía miedo todo el tiempo”, relató.

Ese temor la empujó a emigrar desde Puerto Rico al estado de Florida, en 1991. En ese entonces, creía que mudarse era una decisión, pero luego entendería que no era así. Para ese momento no definía su mudanza como un sexilio. Ese término lo acuñó años después y entendió que eran muchas las amigas que conocía que también se iban de su país por temas de violencia. El sexilio era colectivo.

“El sexilio en particular es un fenómeno diaspórico que implica falta riesgo, implica falta de agencia. El sexiliado no decide, cree que decide y por eso es que carga con culpa… [En realidad] fuiste forzada a irte para proteger una parte vital de tu existencia que a veces es física, mental, psicológica”, detalló sobre el término que da nombre a su más reciente libro El Sexilio

Para esta escritora radicada en Miami, la migración no es solo por motivos económicos, como suele describirse en los análisis mediáticos. También, el género tiene un peso sobre las personas feminizadas que les fuerza a migrar para huir de la violencia y es, en estos casos, donde utiliza la palabra “sexilio”.

Aunque no fue la primera en utilizar el término, aseguró que en su libro solo quería explicar el término y ampliar su definición académica que, hasta hace poco, no incluía a las mujeres heterosexuales. Aun así, aclaró que no siempre es necesario migrar, pues, a veces, se puede vivir el sexilio dentro de una casa o al perder oportunidades de trabajo por no consentir una relación con alguien de más poder o por ser una persona trans. 

Su más reciente libro El Sexilio es una mezcla de poemas, ensayos y textos que la autora quiso publicar con la editorial independiente y puertorriqueña La Criba. Su inspiración surgió de un poema que escribió para la sección de opinión del periódico The New York Times

“Este librito es chiquitito, pero compacto y salió hace unos meses con La Criba. [Y estoy] bien feliz porque me parece algo hecho en comunidad, con puertorriqueños, mayormente para puertorriqueños”, comentó sobre el libro en el que colaboraron diseñadoras gráficas, traductoras y editoras. 

La autora de libros como La píldora del mal amor (2008) y La clarividente de la Calle Ocho (2014) sueña con que las personas aprovechen su más reciente libro para leerlo, pensarlo, intercambiarlo con otras personas y hasta doblarlo. 

“Cuando uno hace un libro uno siempre sueña el destino de ese libro. Yo soñaba que la gente lo iba a intercambiar, iba a estar todo dobladito, que se podía… meter en el bolsillo, todo marcado, todo escrito y que generara una conversación entre nosotros. La diáspora no existe. La diáspora puertorriqueña no existe. Somos todos la misma gente que va y viene por diferentes razones”, señaló. El libro está disponible por medio de la editorial La Criba o en la página web de la autora.