“Un movimiento de mujeres ayudando a mujeres”. Esta frase se escuchaba, con frecuencia, en las voces de las fundadoras de la organización Casa Protegida Julia de Burgos, Mary Anne Maldonado y Mercedes Rodríguez López, mientras tenían un encuentro que les permitió detenerse en sus memorias, y así reflexionar sobre la valentía de crear el primer albergue para sobrevivientes de violencia doméstica.