(Fotos por Ana María Abruña Reyes)
Bayron, de 26 años, es una mujer de experiencia trans que trabaja a base de propinas. Desde hace un año, es runner de un restaurante y se enfrenta a que su salario dependa de que los comensales estén de acuerdo con su existencia.
Contó que los clientes, principalmente hombres, se sienten en la libertad de tocar, hacer comentarios y hasta insinuarse sexualmente a sus compañeras meseras, que constituyen el 70% del gremio.