(Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes)
No es la primera vez que sucede. Al contrario, hay una normalidad tremenda en culpar a las mujeres de todo lo que nos pasa. Esto ya es cuento viejo. La mataron porque era infiel, la violaron porque tenía falda corta, quedó embarazada porque no se cuidó, le pegaba porque no lo atendía, le hablaba feo porque lo sacaba de quicio, le gritaron en la calle porque iba casi desnuda. En este caso, la sobreviviente de violencia doméstica del exboxeador Juan Manuel “Juanma” López Rivera es culpable de “jugar” con el sistema de justicia por su solicitud en desistir de declarar contra su agresor.