Antipatriarcal, feminista, lesbiana, trans, caribeña, latinoamericana.
El sonido y el ritmo de esas palabras retumban en mi cabeza. Mujeres, hombres, personas trans y disidencias con sus camisas color violeta, con letras blancas y esa consigna escrita. Para mí, estaba bien claro y los feminismos en el archipiélago también: EL FEMINISMO ES PARA TODES.
Pero, al llegar a España para continuar con mi formación académica, y desde el privilegio que asumo por ser una mujer cis con acceso a la educación en el norte global, ya el panorama de lo que era el feminismo no estaba tan claro. Se nubló por completo.