(Fotos por Ana María Abruña Reyes)
Cuatro policías custodiaban la entrada principal del Departamento de Justicia y otra veintena de oficiales rodeaban las instalaciones de esta agencia de gobierno ubicada en Hato Rey. Aunque el logo de sus uniformes promete “seguridad” e “integridad”, en sus rostros se reflejaban miradas de incredulidad y una que otra risa burlona mientras escuchaban los mensajes que denunciaban la violencia del Estado.