(Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes)
El 23 de noviembre se cumple un año del Plantón 23N, convocado por la organización política Colectiva Feminista en Construcción, en el que se exigió al gobierno de Ricardo Rosselló que firmara una orden ejecutiva que declarara un estado de emergencia por la situación de violencia de género que vive el país.
Ellas estuvieron en los adoquines de la calle La Fortaleza, después del Verano del 19 nombrada como Calle de la Resistencia, hasta el 25 de noviembre de 2018 sin ser atendidas por el primer ejecutivo, y enfrentando a los policías.
Desde esos días, ha pasado mucho, pero también poco. Mucho porque no ha habido manera de silenciar a estas voces que hablan por quienes fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. En el transcurso de un año, las activistas no han parado de tomar las calles para reclamar los derechos de sus compañeras, pero, sobre todo, el derecho a la vida.